El envejecimiento de la población representa, sin duda, un reto para el mercado laboral. Un reciente análisis de McKinsey Global Institute muestra que algunos países están proyectando un aumento de hasta el 15% durante la próxima década en la participación de la fuerza laboral entre los trabajadores de 55 a 64 años.
Además, el análisis realizado por Olivia White, socia principal y directora del McKinsey Global Institute, y sus colegas, advierte de que algunas de estas economías pueden reflejar cambios en las políticas de pensiones y en las actitudes hacia la jubilación.
Empresas y países deberán encontrar nuevas formas de ampliar fuerza laboral
El análisis destaca que los mercados laborales de las economías avanzadas se encuentran hoy entre los más ajustados en dos décadas, lo que no es simplemente un problema inducido por una pandemia, sino más bien una tendencia a largo plazo que puede continuar a medida que la fuerza laboral envejece.
La rigidez, según la consultora, significa pérdida de producción económica. "Estimamos que el PIB en 2023 podría haber sido entre un 0,5 y un 1,5 por ciento más alto en estas economías si los empleadores hubieran podido cubrir el exceso de puestos vacantes.
Por ello alerta de que empresas y economías necesitarán impulsar la productividad y encontrar nuevas formas de ampliar la fuerza laboral. De lo contrario, tendrán dificultades para superar (o incluso igualar) el crecimiento económico relativamente moderado de la última década.
Aumentar la edad de jubilación entre las propuestas para conseguirlo
Las acciones que tendrán que implementar empresas y responsables políticos incluyen, según McKinsey Global Institute en:
Centrarse en la capacitación y la recualificación, incluida la atracción de talento de grupos no convencionales, la oferta de trabajo más flexible y la movilidad interna.
Alentar a los trabajadores nacidos en el extranjero con programas para integrarlos adecuadamente a la fuerza laboral.
Dar forma a las políticas de jubilación para alentar a las personas a trabajar más allá de la edad de jubilación estándar y tomar medidas para atraer a más mujeres a la fuerza laboral, por ejemplo, ofreciendo infraestructura para el cuidado de personas mayores o de niños.
Priorizar la inversión en inteligencia artificial y automatización que complemente y sustituya la mano de obra para desbloquear la productividad.
Trabajos con habilidades físicas y manuales, los más demandados
Las ocupaciones con el mayor aumento en la proporción de vacantes están asociadas con sectores que necesitan mano de obra, como el sector de la hostelería y alimentación, la atención médica y la construcción. Los trabajadores en estas ocupaciones utilizan principalmente habilidades físicas y manuales, que en muchos casos son difíciles de automatizar y, en el caso de ocupaciones de atención médica, es probable que enfrenten aumentos constantes en la demanda a medida que la población envejece.
Por el contrario, los trabajadores en ocupaciones en las que la proporción de vacantes disminuyó más utilizan habilidades físicas y manuales sólo para una pequeña parte de su trabajo. En cambio, estas ocupaciones, que incluyen administración, ventas, operaciones financieras e informática, dependen en gran medida de las habilidades sociales y emocionales. En todos los sectores, estas ocupaciones suelen estar mejor remuneradas; en algunos casos, es probable que representen una porción cada vez menor de la fuerza laboral total.
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.