María Ángeles Durán, primera mujer Premio Nacional de Sociología y experta en envejecimiento

La redacción de 65YMÁS elige a las 65 personas mayores de 65 años más influyentes de España en 2024. Un total de 65 sénior, verdaderos influencers que no se limitan a un éxito pasajero en redes sociales, sino cuyo ámbito de influencia ha traspasado y sigue traspasando fronteras físicas y generacionales. Y es que para alcanzar el éxito hace falta tiempo, perseverancia y continuo crecimiento, valores todos ellos que vienen de la mano de la experiencia con la que cuentan de sobra los representantes de nuestra lista de mayores de 65 años más influyentes.

Catedrática de Sociología, profesora de investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, especializada en el análisis del trabajo no remunerado y su relación con la estructura social y económica, así como experta en envejecimiento son solo algunos de los cargos y estudios académicos que jalonan la trayectoria profesional de María Ángeles Durán (Madrid, 30 de noviembre de 1942), la primera mujer en ver reconocida su labor con el Premio Nacional de Sociología, en 2018.

"Me he movido siempre dentro de la universidad, con un perfil muy orientado a lo que sucede en la vida cotidiana y con muchísima implicación en movimientos sociales en España y fuera de España, y eso es novedoso. Por eso me alegro de que mis colegas lo hayan reconocido con el mayor premio de que dispone la profesión”, declaraba al recoger este galardón, que concede el Centro de Investigaciones Sociológicas.

Durán es Doctora en Ciencias Políticas, licenciada en Ciencias Políticas y Económicas (sección Políticas), con estudios complementarios en Derecho. Ha sido catedrática de Sociología en la Universidad de Zaragoza y encargada de cátedra en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid. Profesora de Investigación en el CSIC, ha dirigido el Departamento de Análisis Socioeconómicos y pertenecido a los Departamentos de Economía y Población. En la actualidad, imparte cursos de postgrado en diversas entidades y es consultora de varias entidades internacionales.

En el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, continúa vinculada ad honorem al Centro de Ciencias Humanas y Sociales. A sus casi 82 años, no piensa en retirarse, al contrario, sigue teniendo numerosas metas profesionales: “Voy a seguir trabajando en la frontera entre economía y sociología, y creo que la integración de los recursos no monetarizados que consumen y producen las personas que están fuera del mercado laboral por edad, va a suponer una enorme contribución al campo económico de la sociología", explicaba en una entrevista en 65YMÁS.

María Ángeles Durán ha sido presidenta de la Federación Española de Sociología, miembro del Comité Ejecutivo de la International Sociological Association, fundadora y directora del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Cátedra UNESCO “Políticas de igualdad”. Su currículum internacional es asimismo prolífico, con colaboraciones con la Organización Mundial de la Salud, OIT, Comisión Económica para América Latina, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, UNFPA y ONU Mujeres, entre otros organismos.

Investigadora del trabajo oculto de las mujeres

Sus investigaciones han puesto el foco en las mujeres que cuidan, "las mujeres que cuidaron de sus hijos, de sus maridos, de personas mayores, de enfermos, sin estar consideradas como productivas, sin tener derecho a la Seguridad Social. Es lo que he tratado de hacer durante todos estos años, porque me parecía injusto".

Si quisiéramos descargar el trabajo de #cuidados de los hogares españoles en un 10%, necesitaríamos crear 2,8 millones de nuevos empleos. Y todo el sector público tiene 3,5 millones de empleos. Esto no es una adenda, es una revolución: María Ángeles Durán, investigadora @CSIC. pic.twitter.com/cu2vO14Zls

— CEPAL (@cepal_onu) November 9, 2022

Con su tesis doctoral, El trabajo de las mujeres en España (1971), hizo aflorar la invisibilidad del trabajo de las mujeres. Para realizarla, tuvo que afrontar la escasez de instrumentos estadísticos que desagregasen la información sobre el empleo y el trabajo no remunerado. Halló importantes fuentes de información inédita sobre el trabajo no contabilizado en las explotaciones agrícolas y ganaderas, lo que le llevó a una crítica de los análisis de coste/beneficio y de los indicadores de productividad. 

Su trayectoria académica va de la mano de sus compromisos ciudadanos y vinculación con movimientos sociales; entre ellos, la lucha de las mujeres por la igualdad, la lucha de los enfermos y sus cuidadores por el reconocimiento de nuevos derechos económicos y cívicos, y la lucha por la recuperación de las comarcas en declive económico y riesgo de despoblamiento, especialmente en Extremadura.

En su libro La riqueza invisible del cuidado aborda el desafío que supone investigar el cuidado informal como “fuente de recursos invisibles no incorporados al análisis económico micro ni macro", más allá de que estos puedan “verse como un coste para los hogares y para las personas sobre quienes recae, mayoritariamente mujeres." En línea con su visión científica y académica, plantea la necesidad del "reconocimiento social del cuidado, un trabajo no remunerado que no se distribuye por libre acuerdo, por un pacto social e intergeneracional explícito, sino que es el resultado de fuerzas coercitivas históricas que lo han asignado a las mujeres."

Especializada en envejecimiento

Ha publicado más de 200 obras sobre trabajo no remunerado, uso del tiempo, salud, mujer, desigualdad y urbanismo. Entre ellas, los libros Los costes invisibles de la enfermedad (2003), Si Aristóteles levantara la cabeza (2003), El trabajo no remunerado en la economía global (2012), Las personas mayores en la economía del País Vasco (2014) y artículos como Alternativas metodológicas en la investigación sobre el cuidado (2016) y Los costes no sanitarios de las enfermedades crónicas (2017).

En su libro El valor del tiempo, ¿cuántas horas te faltan al día?, la académica asegura que “no es cierto que los mayores de 65 años tengan tanto tiempo libre como se suele creer. Por una parte, hay muchos que tienen horror al vacío y al día siguiente de jubilarse ya están llenándose de muchísimas cosas, en algunos casos porque es lo que siempre quisieron hacer y no tuvieron tiempo para hacerlo, pero en otras es únicamente porque no quieren quedarse inactivos. Y la realidad es que es bueno envejecer activamente", aseguraba en su entrevista con este diario. 

¿Cuál es la buena gestión del tiempo? A su juicio, el óptimo sería que fuese parecido a cuando se estaba activo: "un tercio se debería dedicar al descanso y las necesidades propias, otro tercio puede dedicarse a actividades para los demás y no estaría mal que hubiese otro tercio para mantenerse al día y estar al tanto de lo que sucede en la sociedad”.

También ha alertado contra el síndrome del abuelo secuestrado, porque “los abuelos también tienen espalda y tienen su propia vida y derecho a irse al cine y a bailar y a pasear y a discutir o a lo que quieran y para muchos abuelos los nietos son una fuente enorme de alegría y una forma de estar conectados con el mundo, pero también hay casos en los que es un abuso y está claro que los abuelos deben estar protegidos contra ese abuso, para poder decir que no, que de ellos no se abusa ni para eso ni para nada”.

Los grandes retos de la sociedad

A su juicio, los retos que debe afrontar nuestra sociedad en poco tiempo serán “una revolución que jamás ha tenido precedente, tenemos que cambiar de arriba a abajo, el lenguaje, la ética, la estética, por supuesto todas las leyes, la base económica, el diseño de las ciudades, las calles, la tecnología aplicada a los instrumentos como por ejemplo para que la letra de las instrucciones sea más grande o para que los tiempos de frenada se adecúen a que la gente caminará más lentamente. Va a tener que cambiarse absolutamente todo", advierte.

Defensora acérrima del relevante papel de los sénior, alerta de que "los mayores, ahora mismo, parece que son sujetos económicos que solamente consumen, y no es así, los mayores son enormes productores de servicios, y la sociedad, sobre todo de cara al futuro, hay que interpretarla desde todos los marcos y, por supuesto, también desde el marco macroeconómico. Esa es mi meta profesional y a eso me estoy dedicando".

Numerosos premios y reconocimientos

María Ángela Durán es Doctora Honoris Causa por las universidades Autónoma de Madrid (2008); de Valencia (2012); de Granada (2013), de La Rioja (2018), de Salamanca (2022), de la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina (2022) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (2022).

Entre sus numerosos reconocimientos sociales destacan: la Medalla de Oro del Trabajo; el Premio Fernández de los Ríos de Urbanismo; el Premio Mensajeros de la Paz; la Medalla de Oro de Extremadura, y el Premio Cultura para la Salud (ADEPS), entre otras distinciones.