
Rafael Puyol: "Jubilarse a los 50 y tantos o 60 años carece completamente de sentido”
Entrevista con el presidente de UNIR y miembro del Comité de Expertos de 65YMÁS
"Los sénior no son solo personas a las que vender cosas o a las que cuidar, advierte Rafael Puyol"
"Es necesario un pacto social entre los cuatro grandes interlocutores del mercado laboral: la Administración, los sindicatos, las empresas y los propios trabajadores, para crear las condiciones que permitan a los sénior permanecer activos, y en buenas condiciones, durante más tiempo", reclama Rafael Puyol, presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), presidente de honor de SECOT (@Secot_), catedrático de Geografía Humana de la Universidad Complutense de Madrid y rector honorífico, además de miembro del Comité de Expertos de 65YMÁS.
Especializado en demografía, ha publicado 21 libros y más de 300 artículos y es un experto en los desafíos y oportunidades del talento sénior. En su entrevista con 65YMÁS, asegura que, en una situación en la que la esperanza media de vida pronto va a llegar a los 90 años, "jubilarse a los 50 y tantos o a los 60 años carece completamente de sentido". Apuesta por compatibilizar pensión y trabajo ("una medida positiva, ojalá se hubiera hecho antes"), prevé que España tendrá que avanzar hacia "sistema de pensiones mixtos, de reparto y capitalización”, y se muestra rotundo al descartar que haya razón alguna para un conflicto intergeneracional: "Los sénior no quitan empleo a los jóvenes".

PREGUNTA.- El desaprovechamiento del talento sénior en las empresas y en la sociedad es una realidad. ¿Qué pueden hacer los gobiernos, las empresas y las instituciones para poner en valor a los sénior?
RESPUESTA.- Es necesario un pacto social entre los cuatro grandes interlocutores del mercado laboral. En primer lugar, la Administración, que debe dar más facilidades para prolongar la vida activa de los senior. Ahora parece que se impulsa una medida que va a permitir la compatibilización de la pensión con la actividad, y eso va a ser positivo para mantener a más gente en ese mercado. En segundo lugar, los sindicatos, que parten de una afirmación que no es cierta, al decir que los sénior quitan puestos de trabajo a los júnior, y eso no es verdad: en aquellos países donde los sénior tienen mayor presencia laboral, hay menor paro juvenil, por ejemplo, los países nórdicos. El tercer interlocutor en ese necesario pacto social son las empresas, que tendrían que realizar más esfuerzos por mantener a los sénior más tiempo, en condiciones razonables, en sus plantillas. Y, por último, los propios trabajadores, que no todos están convencidos de seguir en activo más tiempo; hay algunos deseando jubilarse, y eso se puede entender en ciertas profesiones, pero quizá no en todas. En una situación en la que la esperanza media de vida pronto va a llegar a los 90 años, jubilarse a los 50 y tantos o a los 60 años carece completamente de sentido".
"No hay lugar para el enfrentamento generacional: los sénior no quitan empleo a los jóvenes"
P.- La próxima y masiva jubilación de la generación del baby boom supone un enorme desafío. ¿Qué consecuencias podemos esperar, como sociedad?
R.- Las personas que hoy cumplen 65, 70 o incluso 75 o más años, están en mejores condiciones físicas que nunca y, por lo tanto, también en unas mejores condiciones que nunca para seguir trabajando. Evidentemente, el retiro de esta generación, que es la más numerosa de la historia demográfica española, va a plantear desafíos, como el aumento del coste de las pensiones, los gastos sanitarios, la discapacidad o la dependencia, pero a mí no me gusta llamar a esto problemas, sino desafíos que habrá que afrontar. Porque la jubilación de los boomer también va a crear oportunidades, sobre todo en el mercado laboral y en el consumo, a través de la silver economy.
"Compatibilizar pensión y trabajo es positivo, ojalá se hubiera hecho antes"
P.- ¿Es partidario de las medidas aprobadas por el Gobierno, para impulsar la compatibilidad entre la pensión y el trabajo? ¿Cree que puede ser una solución para el gasto en pensiones?
R.- Considero que la mayor compatibilidad de pensión y trabajo va a tener un efecto positivo. Ahora existe la jubilación activa. Yo, por ejemplo, estoy acogido a ella: cobro el 50% de mi pensión y sigo trabajando en la empresa privada, puesto que soy funcionario público jubilado. A partir de ahora, se va a permitir que en un periodo de tiempo de 5 años se pueda cobrar la totalidad de la pensión y seguir trabajando. A mí me parece una medida positiva. Ojalá hubiera llegado antes, porque eso habría contribuido a que el sistema de pensiones, que en estos momentos está tan agobiado, hubiera tenido niveles de menor agobio.
P.- El emprendimiento, la digitalización, la inteligencia artificial ¿son el presente y el futuro del empleo? ¿Suponen un handicap para los sénior?
R.- La digitalización es un proceso que ha venido para quedarse. Y la inteligencia artificial va a estar ahí en todas las actividades económicas del futuro, va a afectar al empleo de una manera significativa. Pero, una vez más, yo en este terreno soy optimista. Ya desde el siglo XVIII, desde la industrialización, se decía que los progresos tecnológicos iban a crear una disminución en el mercado de trabajo, y eso no se produjo. Es cierto que van a destruir empleos, sobre todo aquellos que pueden ser sustituidos fácilmente por una máquina. Pero van a crear otros empleos, y al final el balance será positivo para el desarrollo de la actividad económica y social.
“Es fundamental crear equipos intergeneracionales entre jóvenes y mayores en las empresas”
P.- Las empresas dicen apostar por retener talento senior, de cara a la jubilación del baby boom, por el peligro de fuga de trabajadores muy valiosos. Sin embargo, esas mismas empresas apenas fomentan el mentoring ni los equipos intergeneracionales. ¿Hacen falta incentivos fiscales?
R.- Formo parte de un equipo que está estudiando desde hace varios años el talento senior y tenemos ya cuatro informes publicados y estamos preparando precisamente el quinto. Y este es un tema para el que hemos hecho algunas encuestas en empresas. Cada vez hay un poco más de interés en las empresas por retener el talento senior, pero todavía estamos lejos de aquellos países que hacen una apuesta decidida. En el estudio comparativo entre España y la Unión Europea aparecían países como los nórdicos, o Alemania, en los cuales las empresas definían políticas para mantener en buenas condiciones a ese talento senior. Entre las medidas que adoptaban estaba la formación de esas personas que, evidentemente, a una edad pueden perder sus destrezas, sus capacidades y tienen que actualizar sus conocimientos. Otra de las medidas consistía en proporcionarles unas condiciones de trabajo adaptadas a su situación física, ofrecerles trabajos a tiempo parcial (algo que en España tiene muy poco predicamento).
"Hay que mirar el ejemplo de otros países, que tienen jubilación prolongada en el tiempo e incluyen el trabajo parcial"
P. ¿Habría que avanzar hacia una jubilación más flexible?
R.- En España, los sénior trabajan en su mayor parte a tiempo completo y, además, se da una circunstancia bastante curiosa: pasan de estar un día trabajando a tiempo completo, a estar al día siguiente jubilados sin hacer absolutamente nada, es decir, se pasa del infinito al cero. En cambio, en otros países tienen una jubilación prolongada en el tiempo e incluyen el trabajo parcial, que es un instrumento que les está resultando muy eficaz para retener a muchos sénior. Desde mi punto de vista, hay que mirar los ejemplos de buenas prácticas de empresas internacionales, que pueden servir a nuestras propias empresas. También resulta fundamental la creación de equipos intergeneracionales entre jóvenes y mayores, en muchas empresas, porque cada uno puede aportar aquello que conoce mejor, y de la simbiosis de esa colaboración pueden producirse resultados muy positivos.
“El futuro va a ser de los senior, más activos en todos los ámbitos de la vida económica y social"
P.- Algunas voces están alentando el enfrentamiento intergeneracional, no sólo entre trabajadores sénior y jóvenes en las empresas, sino entre pensionistas y trabajadores. ¿Le parece preocupante?
R.- La culpa de la situación de la población joven en el mercado laboral, que sigue sufriendo condiciones inadecuadas de temporalidad e inseguridad, no la tienen los mayores; la tiene la situación económica, el mercado, todos los interlocutores que participan en él. Por lo tanto, no tendría que producirse un conflicto intergeneracional, porque en estos momentos de evolución demográfica de nuestro país, la presencia de los jóvenes y de los mayores en el mercado laboral se hace absolutamente inevitable. Hay que tener en cuenta que, con la fortísima caída de la natalidad de los últimos tiempos, el número de jóvenes en el mercado laboral está disminuyendo de una manera profunda. Eso sí es muy preocupante: cada vez hay menos jóvenes en el mercado laboral. Por lo tanto, hay que buscar todos los instrumentos necesarios para que jóvenes y mayores sigan activos, sigan colaborando, porque ambos van a ser absolutamente imprescindibles.
P.- ¿Qué dice la demografía sobre las próximas dos décadas en pensiones, empleo sénior y envejecimiento?
R.- La demografía apunta a que la población mayor va a seguir creciendo, que los procesos de envejecimiento son imparables y hay que empezar a convivir con ellos, que son totalmente inevitables y, desde mi punto de vista, son positivos. El envejecimiento es una gran conquista social, aunque no esté exento de desafíos. Por lo tanto, el futuro va a ser fundamentalmente de los senior. Se va a producir al mismo tiempo un envejecimiento de la propia vejez, porque cada vez más personas que van cumpliendo 65 años van a ir llegando a los 75, 80 y más años. La esperanza media de vida va a seguir creciendo y la edad límite de la longevidad va a aumentar en el futuro. Eso va a permitir que los senior tengan una presencia mucho más activa en todos los ámbitos.
“España tendrá que avanzar hacia sistema de pensiones mixtos, de reparto y capitalización”
P.- El asunto de las pensiones se presenta complicado…
R.- Sí, el tema de las pensiones va a ser complicado. Hay que ser muy sinceros en este sentido. El sistema de reparto español consiste en que los trabajadores actuales, con sus cotizaciones, pagan las pensiones de los que ya se han jubilado. ¿Qué va a pasar en el futuro? Pues que el número de pensionistas va a crecer, como consecuencia de esos procesos de envejecimiento y de aumento de la longevidad, y, sin embargo, el número de trabajadores probablemente disminuirá, debido a la profunda caída de la natalidad (primero se traduce en población joven menos numerosa y después en población adulta también más reducida).
P.- ¿Hay soluciones?
R.- La sociedad y la administración españolas tienen el reto de buscar sistemas que corrijan las insuficiencias del sistema de reparto actual. Hay muchos países europeos que han apostado ya por sistemas mixtos, de reparto y capitalización, y yo creo que España no va a tener más remedio que enfrentarse a este desafío, creando sistemas muy semejantes.
“La jubilación debería de ser voluntaria, nunca una obligación”
P.- La dependencia, los servicios de cuidados a mayores, necesitarán cada vez más recursos y mayor formación…
R.- El aumento de las personas mayores tiene unos efectos positivos. Yo soy de los que piensa que la jubilación debería de ser voluntaria, nunca una obligación. Deberíamos permitir a las personas mantenerse activas siempre que se dieran condiciones de salud, tanto física como mental, siempre que se dieran condiciones de deseo de esas personas, de mantenerse activas y que las empresas se convencieran de las bondades que supone el mantener a quienes han acumulado talento, experiencia y capacidad relacional durante tanto tiempo. Junto a esto, existe un aspecto que, evidentemente, tenemos que enfrentar: los más mayores van a necesitar más cuidados y atención, y es la administración la que fundamentalmente debe de hacer un esfuerzo para crear los mecanismos que permitan esa atención de las personas más mayores, que ya no estarán en condiciones de laborar, pero que tienen derecho a una vida en condiciones adecuadas.