10 errores que comentemos al lavar los platos a mano

Aunque parece una tarea fácil y mecánica, hay algunos errores que cometemos habitualmente al fregar nuestros platos que seguramente desconoces y que hacen que estos no se queden todo lo reluciente que deberían. A continuación, una lista con los errores más frecuentes para que comiences a corregirlos cuanto antes. ¡Toma nota!

Estropajo

En ellos se acumulan gran cantidad de gérmenes que, si no eliminamos, acabaremos trasladando a los platos en los que comemos cada día. Por ello, es importante, limpiarlos, desinfectarlos y renovarlos con frecuencia para que estos estén siempre lo más limpio posible.

Respecto al estropajo, recuerda que existen diferentes tipos y, a la hora de fregar, deberás elegir el adecuado según cada tipo de superficie.

Restos de comida

Antes de empezar a fregar los platos es fundamental retirar cualquier resto de alimento tirándolos a la basura.

En el caso de que no vayamos a fregarlos en el momento se recomienda mojarlos ligeramente para que no se sequen los restos de comida o grasa y su eliminación posterior sea más difícil de lo normal.

Temperatura del agua

Si lavas tus platos con agua fría es probable que no elimines toda la suciedad y grasa. Además, tardarás mucho en limpiar cada plato.

Sin embargo, con el agua caliente acabaremos antes con la suciedad casi sin necesidad de esfuerzo.

Jabón

Es recomendable utilizar un jabón neutro. Igualmente, es importante utilizar una cantidad controlada sin excedernos, ya que de lo contrario corremos el riesgo de no ver la superficie que debemos limpiar correctamente.

Enjuagado

En este sentido, y relacionado con el jabón, otro de los errores más habituales es el enjuague de los platos y cubiertos.

Es importante aclarar con abundante agua los platos para una limpieza correcta ya que, en el caso de no hacerlo, es posible que se queden manchas de jabón.

Ordenar

Para una limpieza adecuada es importante ordenar por suciedad los platos que vamos a lavar a mano. En este sentido, daremos prioridad a aquellos utensilios y menaje que se encuentre más limpio o sea más delicado como copas u objetos de cristal. A continuación, limpiaremos aquellos que tengan más grasa o estén más sucios como platos y cubiertos, dejando para el final ollas y sartenes.

Secado

Si queremos que nuestra vajilla no presente grietas o bacterias debemos secarla cuanto antes después de lavarlas.

Para ello, utilizaremos un paño suave que no desprenda muchas pelusas para que el resultado sea perfecto.

Cubo para enjuagar

Se trata de una práctica que utilizan muchas personas para controlar el gasto de agua. Sin embargo, se trata de algo muy poco higiénico, ya que toda la suciedad se quedaría acumulada en el mismo espacio.

Gasto de agua

En este sentido, si lo que quieres es controlar el gasto de agua recuerda cerrar el grifo mientras frotas los platos. Igualmente, puedes instalar un grifo de bajo caudal.

Limpiar el fregadero

Se trata de una de las partes más olvidadas en la limpieza diaria de nuestros platos, pero se trata de algo igual de importante.

Al acabar de fregar los platos debemos limpiar el fregadero y evitar la acumulación de cualquier resto de alimento que pueda quedar en él con el objetivo de evitar la aparición de gérmenes.