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Practicopedia
10 trucos para ahorrar energía en la cocina
El 28% del gasto energético total en el hogar proviene del agua caliente sanitaria
Según el último estudio sobre el consumo de energía en hogares publicado por el Ayuntamiento de Barcelona (@bcn_ajuntament), a grandes rasgos, la distribución de ese consumo es aproximadamente la siguiente: 28% proviene del agua caliente sanitaria; el 25%, de la calefacción; el 26%, de los equipamientos (electrodomésticos y otros aparatos); el 7%, de la iluminación; el 1%, de la refrigeración, y el 13% restante, de otros servicios. En total, el consumo energético de un hogar tipo supera los 5.000 kWh / año. En cuanto a la parte eléctrica, el consumo es de unos 2.300 kWh / año.
Buena parte del consumo eléctrico que realizamos en el hogar se produce en la cocina, donde siguiendo estos consejos prácticos podemos ahorrar una considerable cantidad de dinero al año:
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La temperatura ideal de la nevera es en torno a los 5 ºC. Reducir la temperatura por debajo de este valor supone un gasto energético innecesario. En el caso del congelador, no es necesario que la temperatura esté por debajo de los 18 ºC. Congelar los alimentos por debajo de esta temperatura supone un consumo extra de energía.
- Si no tienes termómetro integrado en la nevera y congelador, puedes adquirir uno de uso externo en cualquier ferretería para que te ayude a controlar la temperatura.
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Separa la nevera un mínimo de 5 cm de la pared y mantén limpia la parte posterior para facilitar la ventilación.
- Controla la estanqueidad de las juntas de la nevera para que no haya pérdidas, si el refrigerador no es estanco o si no está bien aislado, el motor se encenderá con más frecuencia y el consumo energético será más elevado.
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Piensa qué quieres coger antes de abrir la nevera. Abrir la puerta muchas veces o dejarla abierta mucho tiempo incrementa el consumo de la nevera; cuanto más aire exterior entra, más a menudo se enciende el motor que genera el frío.
- Haz un repaso de manera periódica y elimina las acumulaciones de hielo del congelador. Piensa que si se forma medio dedo de hielo en la nevera, se consume el doble de energía.
- Si tienes que comprar un lavavajillas, es importante que tenga la etiqueta energética A. Se trata de un equipo que, a pesar de no que no funcione muchas horas, puede llegar a ser uno de los que más consuma del hogar.
- Si tienes lavavajillas, aprovecha al máximo la capacidad para comenzar el mínimo número de veces por semana y, siempre que sea posible, utiliza el modo eco. Si usas pocos platos, valora la opción de comprar un lavavajillas más pequeño (de media carga).
- Prioriza la compra de cocina de inducción por encima de la de vitrocerámica; ambas son eléctricas, pero la cocina de inducción es más eficiente que la cocina de vitrocerámica.
- Si tienes que comprar un horno, es importante que tenga la etiqueta energética A. Si tienes acometida de gas, puedes valorar un horno de gas: son menos habituales pero hay muy eficientes, y son una buena solución para pagar menos. Utiliza el horno para cocinar, no para descongelar o calentar la comida. Descongela siempre que puedas dentro de la nevera. Aprovecha el calor residual acumulado en el horno apagándolo el diez minutos antes de terminar la cocción. Con la vitrocerámica también es interesante cocinar aprovechando este calor residual.