Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorEl romero es una planta aromática con grandes beneficios para la salud y muy interesante de tener siempre en casa para utilizarlo en nuestros guisos. Entre sus beneficios podemos destacar sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, favorece la digestión, es bueno para la memoria y para favorecer el estado de ánimo. Puedes beneficiarte de sus propiedades digestivas en los guisos e infusiones o preparar tu propio alcohol de romero para aliviar el dolor.
Por todo ello, no está de más cultivarla en casa. Te damos algunos consejos sobre su cultivo y poda, para que puedas beneficiarte de sus propiedades durante todo el año y sin salir de casa.
Las hierbas aromáticas como el romero o el tomillo se las puede reproducir a partir de un esqueje. El proceso es relativamente fácil:
Es el momento de trasplantarlo. Este proceso puedes hacerlo directamente en el suelo si dispones de una huerta o un jardín –recordemos que es una planta aromática, pero también ornamental–; o también puedes trasplantarla a una maceta, eso sí, que tenga una profundidad de al menos 10-15 cm.
El proceso será sencillo, solo hay que poner un poco de tierra y abono en la maceta o un sustrato universal ya preparado para todo tipo de plantas; hacer un agujero en el centro y hundir las raíces y parte de la rama en ella. Puedes retirar algunas hojas para que la rama quede bien sujeta en la tierra.
Durante la primera semana riega cada dos días, después, según veas. No es una planta que necesite mucha agua.
Como te decía, el romero es una planta robusta que no necesita demasiada agua, sobrevive en exteriores a temperaturas extremas e incluso a días de sequía.
Uno de los problemas más habituales que nos encontramos a la hora de cuidar una planta de romero es que sus hojas se secan. Esto ocurre porque su crecimiento es hacia abajo debido a que los niveles más altos de humedad se concentran, básicamente, en el fondo de la maceta por un deficiente drenaje. Esto hace que se formen hongos que dañan la planta, las raíces se pudren y no canalizan los nutrientes hacia las hojas, acabando estas secándose o poniéndose marrones.
Si esto es lo que nos ocurre habrá que realizar en la maceta unos agujeros extras para aumentar el drenaje o cambiarla y, por supuesto, regarla con menos frecuencia y cantidad.
Solemos ver plantas de romero de un 50 cm de alto, es una planta que bien cuidada (y si se lo permitimos) puede llegar a alcanzar los dos metros de altura, siendo todo un espectáculo de belleza, aroma y color especialmente cuando está en flor.
Su poda no es estrictamente necesaria para su buen desarrollo, más bien forma parte de su proceso de armonización en el jardín o interior.
Par mantener la forma de la planta puedes realizar una poda de formación para ayudarla a crecer manteniendo su forma. En tal caso será necesario que retires las ramas secas, las que estén en malas condiciones o cortar aquellas que cambien la forma que quieras que tenga la planta, ya sea redonda o cuadrada, o que hayan crecido en exceso.
Al hacerlo puedes utilizar unas tijeras de poda previamente desinfectadas con alcohol. La poda se suele hacer una vez al año o cuando las ramas sobresalen demasiado de la altura o forma que queremos mantener.
Si prefieres que crezca a su aire, puedes hacerle una poda de limpieza que consiste en retirar desde la base las ramas dañadas o secas. Esta poda se suele hacer en primavera y como en la poda anterior necesitarás unas tijeras de podar desinfectadas con alcohol. Es recomendable empezar retirando las ramas interiores y no podarlo en exceso.