Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEstar en casa no nos mantiene a salvo del aire contaminado. Estudios recientes demuestran que el nivel de contaminación ambiental dentro del hogar puede superar al exterior, debido a los productos de limpieza e insecticidas, la reutilización e incluso falta prevención en nuestras casas. Según una investigación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, la contaminación interior es a menudo entre dos y cinco veces más grande que la exterior.
Pero todos podemos ayudar a que la calidad del aire que respiramos sea cada vez mejor, tanto en el hogar como fuera de él. Por ello, es importante buscar pautas que sean saludables y nos protejan de enfermedades respiratorias, asma y alergias derivadas de un aire contaminado.
Lo primero y más importante es ventirlar los espacio. Un mínimo de diez minutos al día, verano e invierno, debemos ventilar abrir las ventanas de todas las habitaciones. Si vives en la ciudad, escoge los momentos más tranquilos del día y así reducirás la entrada de contaminación exterior. La ventilación también limita la humedad, fuente de degradación y, por tanto, de contaminación futura. Para una menor humendad en casa, activa la campana cuando cocines, ventila después de la ducha y después de tender la ropa.
Desinfectante, desengrasante, descalcificador… usamos multitud de productos químicos para la limpieza que pueden ser contaminantes. pero la buena noticia es que la mayoría de los limpiadores domésticos pueden ser reemplazados por este trío: vinagre blanco, limón y bicarbonato de sodio. Cuando compres productos de limpieza, confía en las etiquetas como EU Ecolabel que distinguen los productos que limitan su impacto en el medio ambiente.
Los pegamentos, barnices, pinturas, productos de tratamiento de madera o textiles pueden ser tóxicos. Por este motivo es muy recomendable tomarse el tiempo necesario para comprobar los materiales y las composiciones antes de adquirir un producto para el hogar.
Los aerosoles liberan compuestos orgánicos volátiles (COV), algunos de los cuales son peligrosos para nuestra salud. Ten en cuenta que el uso de algunas velas aromáticas e inciensos también libera contaminantes volátiles, por lo que debes ventilar después de su uso.
Las partículas de polen y los ácaros pueden aumentar el riesgo de enfermedades, especialmente si se sufre arma, fiebre de heno o alergias. El exceso de humedad estimula la formación de moho en el aire, que puede causar infecciones pulmonares en personas con sistemas inmunes debilitados. Por ello, los expertos recomiendan lavar con frecuencia la ropa de cama, usar un deshumidificador y seca la ropa cerca de una ventana abierta.