5 consejos para prepararse para un posible segundo confinamiento

El coronavirus y sus consecuencias han afectado y afectan todas las esferas de nuestro día a día. Llevamos meses en los que no pensamos o hablamos de otra cosa y, en estos momentos de fuertes restricciones a causa de la segunda ola de contagios, sobrevuela sobre nuestras cabezas la amenaza de un segundo confinamiento estricto. En este sentido, los expertos advierten que más allá de los problemas físicos derivados de los contagios, este virus también está afectando a nuestra salud mental ya que nos estamos enfrentando a una situación que nunca habíamos vivido por lo que tanta incertidumbre y miedo nos pueden acabar pasando factura. 

Por ello, hemos querido hablar con Belén Picado, psicóloga especialista en EMDR (tratamiento psicoterapéutico que facilita la resolución de los síntomas y la angustia emocional relacionados con experiencias de vida estresantes y traumáticos) para que nos aconseje sobre cómo deberíamos afrontar un posible segundo confinamiento. Estos son sus consejos:

1. Recordemos lo que nos enseñó el primer confinamiento

"Generalmente, nuestra mente se queda más con lo negativo y, para qué vamos a engañarnos, la pandemia nos ha dejado tocados mental y emocionalmente. Pero podemos extraer enseñanzas valiosas de lo vivido. Ver la pandemia también como una fuente de aprendizaje y una oportunidad de poner a prueba nuestras fortalezas personales reducirá el miedo a un posible confinamiento", apunta Belén Picado como primer consejo. De esta manera, nos anima a reflexionar sobre aquellos aspectos positivos que podemos extraer del primer confinamiento como haber recuperado una afición que teníamos olvidada o haber disfrutado de largas conversaciones con la familia, aunque fuera a través de videollamadas."Podemos mantener todas estas nuevas rutinas que establecimos durante el primer confinamiento y echar mano de ellas si es necesario volver a quedarnos en casa", concluye la psicóloga. 

2. Practiquemos el autocuidado

En tiempos complicados como los actuales, tener cuidado de nuestro estado físico, mental y emocional cobra más relevancia que nunca. "Llevar una buena alimentación, mantener una adecuada higiene del sueño, hacer deporte, apoyarse en los seres queridos y mantener con ellos una comunicación fluida, buscar aficiones que nos hagan sentir bien.... todo ello es ahora indispensable" apunta Picado y añade que "las emociones también hay que cuidarlas. Y mucho. Tenemos derecho tanto a quejarnos como a tener miedo. No debemos negar estas emociones sino aprender de ellas porque pueden ser una valiosa fuente de información que nos permitirá saber más sobre nuestro estado de ánimo y, por consiguiente, sobre nuestra salud mental".

3. Disfrutemos del presente

En lo que llega el futuro y, por tanto, un posible segundo confinamiento, nuestra experta recomienda que disfrutemos del presente: "la posibilidad de que las autoridades decreten un nuevo confinamiento en los próximos meses existe, pero aún no ha llegado. A menudo, cuando nos anticipamos a las circunstancias nos vienen imágenes catastróficas de un hipotético futuro y en la mayoría de las ocasiones esos desastres no llegan a ocurrir."
Para conseguirlo, Belén Picado nos recomienda vivir el ‘aquí y ahora’ y centrarnos en los actos cotidianos como comer o regar las plantas para dedicar menos energía a pensar en otros temas.

4. Aprendamos técnicas de relajación

El siguiente consejo de Picado se basa en aprender una técnica de relajación que puede sernos de mucha utilidad y nos recomienda que busquemos la que mejor se adapte a nosotros entre la multitud de posibilidades existentes (respiración diafragmática, mindfulness o la técnica de la imaginación guiada, por poner unos ejemplos). Eso sí, es necesario que las pongamos en práctica hasta convertirlas en un hábito. "Cuando enseño alguna técnica de relajación en consulta siempre aconsejo que se practique a diario y, al principio, en momentos en los que la persona está tranquila. Aunque suene contradictorio no lo es. Si empiezo a practicar, por ejemplo, la respiración diafragmática cuando estoy empezando a sufrir una crisis de ansiedad lo más probable es que en vez de relajarme me ponga más nerviosa todavía. Sin embargo, si la practico todos los días cinco o diez minutos cuando estoy tranquilamente en casa acabaré automatizándola y cuando la necesite me saldrá sola".

5. Busquemos ayuda profesional

"Por último, si pese a poner en práctica estas u otras estrategias, observamos que pasamos la mayor parte del día con angustia, la ansiedad obstaculiza nuestras actividades diarias, no conseguimos concentrarnos en nada o no disfrutamos ni siquiera con actividades que antes nos resultaban agradables, no debemos dudar en buscar ayuda profesional. Si hay que confinarse de nuevo, mejor que lo hagamos en las mejores condiciones emocionales y mentales", concluye Belén Picado.