Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorTodos soñamos con una piel bonita y radiante, pero con la cantidad de información sobre el cuidado facial que nos llega, no siempre es fácil descubrir la rutina que mejor nos funciona. Afortunadamente, no hay necesidad de desembolsar un mucho dinero para lograr una piel sana y bonita. Seguir, en el día a día, una higiene y cuidados básicos nos reportará muchas satisfacciones y lograremos empezar en día con buena cara.
Las bolsas y ojeras son algunos de los síntomas que más sensación de cansancio dan a nuestra mirada. No descansar bien o una alimentación elevada en sal favorecen la retención de líquidos, por lo que debemos intentar mejorar el descanso y evitar las cenas copiosas, nos recuerda la Fundación Piel Sana, si queremos evitar las bolsas y ojeras. Aplicar un contorno de ojos que sea específico para favorecer el drenaje de la zona; y un lavado con agua fría alivia la inflamación, estimula la microcirculación sanguínea y descongestiona el área de los ojos. También podemos realizar masajes con ligeros movimientos circulares para revitalizan la mirada, cada mañana.
La clave de una piel bonita es limpiarla bien cada noche, pero también por la mañana deberemos eliminar el exceso de grasa que la piel ha producido mientras dormimos. Las pieles maduras y secas pueden utilizar un limpiador de base hidratante con ácido glicólico, que permite eliminar todas las células muertas de la piel de forma suave y sin perjudicarla. De forma natural, perdemos 50 millones de células de la piel al día que pueden quedarse en la epidermis y dejar la piel con un aspecto apagado. Por ello, una exfoliación suave una vez a la semana es recomendable. Si después nos aplicamos un tónico que refresca, hidrata, cierra el poro, equilibra el PH y unifica el tono, conseguiremos potenciar la belleza de nuestra piel y prepararla para recibir el tratamiento.
Todo tipo de piel requiere estar hidratada. A veces pensamos que una piel grasa no necesita hidratación, o que una piel deshidratada es sinónimo de piel seca. Pero no es así. Con la hidratación aportaremos elasticidad, suavidad y brillo. Y para conseguirlo el ácido hialurónico es nuestro mejor aliado, ya que su molécula es capaz de retener hasta 1.000 veces su peso en agua. Nuestro organismo lo sintetiza de forma natural, pero a partir de los 60 años solo conservamos el 10% de ácido hialurónico. También suaviza las arrugas y las líneas de expresión con su efecto relleno. Deberemos asegurarnos de encontrar una crema hidratante lo suficientemente suave para el uso diario, así como beber la suficiente cantidad de agua cada día.
El efecto flash son fórmulas que minimizan los efectos nocivos que la falta de sueño tiene sobre nuestra piel. Hablamos de ampollas, sérums y mascarillas que borran arrugas, disimulan poros y nos ponen buena cara de forma inmediata. Son ideales para cuando tenemos un evento especial o cuando hemos pasado una mala noche. Elige las que más se adapten a tus necesidades y aplícalas como el último paso de tu tratamiento, por la mañana.
En cuanto al maquillaje, menos es más. Para conseguir un efecto natural y saludable, la base de maquillaje que utilicemos debe ser ligera y que no cree un efecto máscara, sino que deje respirar la piel. Mezclar una o dos gotas de aceite esencial o un sérum de base oleosa nos permitirá extenderla mejor y un extra de luminosidad. Para el corrector de ojeras, podemos utilizar una fórmula cremosa, en un tono que combine con nuestro tono de piel. En cuanto a las sombras de ojos, el colorete y los pintalabios, la gama de los rosas, corales y melocotón aportan irradian frescura y vitalidad.