Anna Blanco
Practicopedia
6 errores que cometes al usar la secadora
Mayor gasto energético, ropa arrugada o averías pueden ser resultados de un mal uso de la secadora
La secadora es un electrodoméstico que simplifica las tareas domésticas sobre todo en aquellos hogares donde hay poco espacio para tender o en aquellas zonas con climas muy húmedos donde el proceso de secar la ropa se eterniza. Ahora bien, si no utilizamos correctamente este aparato podemos desaprovechar todas las ventajas que nos aporta y, además, acabar perdiendo dinero al generar un gasto energético innecesario, estropeando nuestra ropa y el propio electrodoméstico. Repasemos los errores más habituales a la hora de utilizar la secadora:
1.- No centrifugar bien la ropa puede ser una de las razones para no conseguir buenos resultados en el momento de secado. Es decir, si la ropa está bien centrifugada podremos utilizar un programa de secado menos intenso y, por lo tanto, con menor gasto en electricidad y menos agresivo para la ropa.
2.- No introducir de manera adecuada la ropa en la secadora también es un error habitual que provoca un mayor deterioro de las prendas. De esta manera, es necesario cerrar cremalleras, abrochar botones y hacer un lazo si hay cinturones o cordones. Por otra parte, si vamos a secar un jersey mejor si lo metemos del revés.
3.- Otra cosa a evitar, en la medida de lo posible, es mezclar diferentes tipos de ropa ya que cada una puede necesitar un programa de secado diferente. Así, las prendas para practicar deporte no necesitan un programa fuerte porque se secan rápidamente, al contrario, por ejemplo, que las camisetas de algodón o las toallas. Lo que sí es recomendable es agrupar la ropa con diferente peso (prendas pesadas con ligeras) para favorecer el secado.
4.- Sobrecargar la secadora también es un mal hábito que provoca un mayor gasto energético y que la ropa salga más arrugada. En este sentido, si tenemos mucha ropa para secar es mejor hacer dos ciclos seguidos porque así el segundo secado aprovecha el calor acumulado del primero. También es aconsejable para evitar arrugas, sacar la ropa inmediatamente una vez finalizado el programa y utilizar un suavizante especial para secadora.
5.- Y, por supuesto, es una equivocación meter ropa en la secadora sin antes habernos asegurado de que el tipo de prenda o tejido lo permiten. Indispensable, por tanto, mirar la etiqueta antes de utilizar la secadora.
6.- Por último, si los filtros de la secadora están sucios provocan que esta no funcione correctamente lo que conlleva un mayor consumo. Por tanto, después de cada uso, es importante limpiar bien el filtro, así como vaciar el depósito de agua (en los modelos sin desagüe). Por cierto, los expertos recomiendan dejar descansar en algún momento del año la secadora para alargar su vida útil.