6 pautas de relajación fáciles

Son muchas las causas que nos generan estrés: el trabajo, las relaciones familiares y sociales, la economía, el desempleo, la salud. Conocer algunas técnicas de relajación fáciles y que podamos llevar a cabo de manera sencilla en cualquier lugar, puede ayudarnos a desconectar en momentos de estrés o de bloqueo mental. Estas técnicas son muy efectivas y permiten en pocos minutos descargar la tensión.

1- Expande la mente

Esto quiere decir que no le des más vueltas de las necesarias a las cosas, que no entres en bucle a pensar en los problemas, que liberes la mente poniendo el foco en otras cosas que puedan entretener la mente. Aléjate de la causa que te produce estrés. Puedes hacer muchas actividades que te distraerán en un momento de ofuscación mental, llama a algún amigo o familiar, sal a pasear para que te dé el aire, prepara algún plato apetitoso, haz un puzle que requiera de tu atención, ordena y ventila la casa…

2. Escribe, pinta y colorea

Dar rienda suelta a la creatividad es una manera de mantenerse lejos de los problemas cotidianos y las dudas e inquietudes que a las que nos enfrentamos a diario.

Para sumergirte en tu parte más creativa puedes optar por escribir. Una opción es escribir sobre lo que te preocupa, de esta manera el neocórtex procesará la información y te permitirá relativizarla y ordenar los pensamientos. Si por el contrario la intención es desconectar un rato y buscar distracción, escribe sobre lo que te apetezca, inventa un personaje (puede ser una progresión de tu persona) y trasládale o invéntate alguna historia a su alrededor.

Un consejo, escribir a mano ayuda a desconectar más y a meterse más en la historia.

Otra opción es pintar. Puedes hacer mandalas, libros para colorear o hacerte con unas acuarelas y dejar ir el pincel. Mezclar colores, combinarlos, crear formas abstractas…, hará que durante ese tiempo desconectes de todo, te relajará y además podrás darle un significado a cada lienzo. Al pintar se activa el sistema nervioso relacionado con la coordinación, que ayuda a calmar la mente.

3. Ponte música y baila

La música y el baile permiten canalizar el cortisol y la noradrenalina, hormonas que favorecen el estrés. Además, incrementan la dopamina, un neurotransmisor que interviene en la motivación, y la oxitocina y las endorfinas, que nos dan calma y buenas sensaciones.

Aunque te parezca una tontería, ponerte música y déjate llevar por su ritmo, te ayudará a liberarte. Olvida los complejos y vergüenzas y suéltate, no es necesario seguir ningún paso, muévete como tú quieras. Te sentirás mucho mejor.

4. Ejercicio para la salud mental

Realizar ejercicio aportará los mismos beneficios que bailar ya que activa neurotransmisores similares. Si bien puedes realizar cualquier tipo de ejercicio, serán aquellos que activen el sistema cardiovascular y requieran de un mayor esfuerzo muscular los que serán más efectivos para descargar adrenalina rápidamente y apartar las preocupaciones. Un ejercicio muy sencillo es saltar a la comba, aunque esta sea imaginaria. Puedes saltar, mover los brazos, cruzarlos, ir hacia delante y hacia atrás y todo ello sin riesgo a tropezarte.

5. Entrena la respiración 4-7-8

Esta técnica de respiración consiste en inhalar aire por la nariz en una respiración durante 4 segundos, retenerlo durante 7, y expulsarlo por la boca durante 8, hasta vaciar los pulmones, para volver a repetirlo unas cuantas veces. De esta manera se consigue calmar el sistema nervioso, reducir la ansiedad y también ayuda a conciliar el sueño.

Al principio notarás que te falta aire, con lo que puedes empezar haciendo series de respiración de 3-3-6 y con la práctica alcanzar la 7-7-8.

6. Relajación muscular

Se trata de tensar y destensar diferentes grupos musculares, por ejemplo, empezando por los pies e ir subiendo por las piernas, muslos, manos, brazos, espalda, hombros, cuello y cara. Puedes acompañar estos ejercicios de tensión y relajación con una respiración profunda y pausada.

Otras formas de relajarse las podemos encontrar en el automasaje en manos y pies, dar un paseo, encender un incienso y estar en silencio o con una música muy suave a oscuras. Se trata de encontrar la técnica más efectiva para cada uno y para cada momento.