Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorBiscotes enteros, ajos tiernos, yemas centradas… Ese pan tostado que se rompe al untar la mantequilla o esa lágrima a punto de salir mientras pelas la cebolla… son clásicos de la cocina. Hoy te traemos unos trucos básicos y sencillos para alimentos de uso muy común que no solo consiguen mejorar el trabajo, sino que además enriquecen el resultado de tus menús.
Para evitar que se rompan los biscotes al untar mantequilla, paté u otro producto, haz una pila de tres o cuatro panes, que estén bien asentados los unos sobre los otros y comienza a untar el de arriba. De esta forma, no se rompen y por supuesto mejora su presentación.
Clásico entre los clásicos existen muchos remedios caseros para evitar llorar cortando las cebollas. Hoy compartimos el de pelarlas bajo el chorro de agua fría y añadimos que mientras quitas la piel de la cebolla respires por la boca, no por la nariz.
¿Eres de los que se te secan los ajos? Prueba a pelarlos y guardarlos en un tarro lleno de aceite de oliva o vegetal. De esta manera, no solo mantienes los ajos tiernos, sino que además obtienes un rico aceite con un poquito de sabor a ajo que puedes aprovechar en las ensaladas, por ejemplo.
Medio limón seco en la nevera es una imagen habitual. Ocurre cuando hemos usado la otra mitad y ya no necesitamos más. Si solo necesitas un poco de zumo de limón, no lo partas. Haz un pequeño agujero y saca la cantidad de zumo suficiente. De esta forma, no se estropeará el resto del limón.
Si, por el contrario, necesitas el máximo del zumo de un limón, caliéntalo un poco en el microondas y hazlo rodar por la encimera presionándolo con la mano. Sacarás todo el zumo.
Empiezas a cortar el huevo duro y no encuentras la yema… está concentrada en un extremo del huevo. Para evitarlo en el momento de la cocción cuando el agua empieza a hervir remueve suavemente con una espátula de madera los huevos y las yemas quedarán perfectamente centradas.
Escaldar, esa es la mejor solución para pelar tomates y zanahorias fácilmente. Una vez escaldados la piel de los tomates sale sola y a las zanahorias basta con pasar suavemente un trapo bien limpio para quitarles la piel.
Para que un buen queso no pierda el aroma ni el sabor y se conserve por más tiempo coloca en el recipiente donde lo guardes un par de terrones de azúcar. Después, si quieres, lo puedes meter en el frigorífico.