‘A la leche nada le eches’: ¿verdad o mito?

Seguro que en más de una ocasión has oído la frase aquella de que a la ‘leche nada le eches’ o una de sus múltiples versiones. Pero ¿qué hay de cierto en ello? A continuación, vamos a tratar de despejar todas tus dudas al respecto.

¿Por qué se corta la leche?

Si coges un vaso con leche y añades un poco de zumo de naranja verás como la leche toma un aspecto bastante extraño que parece cortada. Ello es debido a la acidez del zumo, a su pH. Si haces el proceso contrario, es decir, coges un vaso con zumo y añades leche verás que ocurre lo mismo, con lo cual ¿es cuestión de qué echamos primero? No, te lo explicaremos.

No ocurre absolutamente nada para nuestra salud si mezclamos leche con zumo u otro alimento.

La leche es un líquido compuesto principalmente de agua, proteínas, lípidos, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Cuando la mezclamos con zumo de naranja, cualquier otro cítrico o cualquier sustancia ácida, la leche se corta, separándose el líquido por un lado y quedándose en el fondo los grumos. Este proceso químico se debe a la acidez y el pH de los alimentos.

Cuanto más ácido es un alimento menor será su pH, el cual oscila entre los 0 y 14 puntos.

Si añadimos zumo de naranja, por ejemplo, que tiene un pH alrededor del 3,5 (ácido) a la leche (6-7 de pH), lo que ocurre es que el pH de la leche disminuye. En el momento que este descenso llegue entre 4 y 6, las proteínas sufrirán un cambio en las cargas eléctricas de los aminoácidos separándola en una parte grumosa y otra líquida.

¿Es malo para la salud?

Como decíamos esto no es malo para la salud, ya que debemos recordar que en nuestro propio proceso digestivo intervienen diferentes ácidos. Uno de ellos, el ácido clorhídrico, con una acidez mucho mayor que la del zumo de naranja, es decir, un pH menor. Por lo tanto, cada vez que bebemos leche se corta en el estómago.

Es decir, el proceso que veíamos que ocurría en el vaso al mezclar el zumo y la leche también ocurre cuando introducimos la leche sola en nuestro estómago y entra en contacto con el ácido que allí tenemos para hacer la digestión: la leche siempre se corta en nuestro estómago, con o sin zumo.

Diariamente tomamos numerosos productos con la leche cortada, tales como el yogur o los quesos.

Por lo tanto, tranquilo, no es necesario comer siguiendo ningún orden.

Problemas estomacales

En el caso de las personas con problemas digestivos no es muy conveniente tomar leche y zumo en la misma comida, pero no por el orden en que se tomen, sino al hecho de que la naranja es ácida y la leche, debido al gran número de proteínas y grasas que contiene, requiere un largo proceso digestivo.

Por ello, si las personas con problemas digestivos toman juntos estos dos alimentos se pueden encontrar con molestias debido a que el zumo estará más tiempo en el estómago antes de ser digerido pudiendo causar acidez y malestar.