Manuela Martín
Practicopedia
Aceite de orégano: previene el envejecimiento y ayuda contra las infecciones
Lo mezclaremos con otro aceite y lo pondremos al baño maría
El orégano, además de ser una especia muy utilizada en nuestras cocinas por poseer un gran aroma y multitud de beneficios, también es muy recomendable para la salud debido a su poder contra las bacterias y a que ayuda a reducir la inflamación. A continuación, te explicamos cómo puedes preparar un aceite de orégano.
Beneficios del aceite de orégano
El extracto de orégano tiene poderes antioxidantes, lo que le hace muy adecuado para prevenir la oxidación causada por los radicales libres, responsables del envejecimiento celular.
Además, el orégano también puede ayudarnos a combatir las bacterias debido a que cuenta con carvacol y timol en su composición.
¿Cómo preparar aceite de orégano?
Lo primero que haremos será lavar las hojas de orégano. A continuación, las dejaremos secar.
Una vez secas, las machacaremos con ayuda de un mortero o similar con el objetivo de que la planta libere todas sus propiedades.
Introduciremos toda la planta machacada en un recipiente de vidrio. A continuación, echaremos en ese mismo recipiente aceite que puede ser del tipo que desees: oliva, girasol, etc… Cubriremos con ese aceite todas las hojas de orégano.
En el caso de que no vayas a consumirlo puedes añadir aceite de lavanda, manzanilla, rosa mosqueta o cualquier otro aceite esencial que aporte beneficios para la afección que desees tratar.
Dejaremos reposar esa mezcla un tiempo.
A continuación, la pondremos al baño maría. Para ello, pondremos agua a hervir y, una vez haya hervido, la retiraremos del fuego e introduciremos el frasco con la mezcla durante unos 10 minutos.
Finalmente, retiraremos el recipiente del agua, lo taparemos y lo dejaremos reposar durante dos semanas aproximadamente en un lugar seco y fresco.
Pasado ese tiempo, colaremos la mezcla y tendremos listo el aceite de orégano casero para aplicárnoslo cuando queramos.
¿Cómo puedo aplicármelo?
Una vez listo podrás aplicarlo directamente sobre la zona a tratar.
Este aceite también se puede consumir. En el caso de utilizarse para ayudar a combatir una infección podemos diluir 3 gotas de este aceite en un vaso de agua.
También podemos utilizarlo para dolores musculares, reumáticos y torceduras masajeando la zona con un poco de este aceite.
Aquellas personas con problemas gripales también pueden inhalar el vapor de este aceite e incluso podemos tomar de 3 a 6 gotas de aceite antes de las comidas una vez que empecemos a sentir el malestar típico de la gripe o del resfriado común.
No se recomienda abusar de este producto ya que su consumo excesivo podría provocar palpitaciones, alteraciones nerviosas, depresión, entorpecimiento y somnolencia. Además, antes de consumirlo, es importante descartar cualquier tipo de alergia.