Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl aceite de rosa mosqueta y el aceite de argán han cobrado especial relevancia los últimos años por sus usos cosméticos. ¿Pero para qué son beneficiosos cada uno? ¿Podemos usarlos indistintamente? Te contamos por cuál debes inclinarte en función de lo que estés buscando.
Extraído de los granos del árbol de argán marroquí, el aceite de argán ha sido valorado durante mucho tiempo por sus propiedades nutritivas, cosméticas y medicinales. Muy rico en vitamina E, ácidos grasos esenciales y proteínas, este aceite ayuda a combatir el envejecimiento cutáneo, restaurar la elasticidad de la piel, y reducir la inflamación.
Gracias a su alta concentración de vitamina E, el aceite de argán tiene efectos sobre los radicales libres de la piel cuando se usa tópicamente, así como la capacidad de ayudar a hidratar y minimizar las arrugas.
También es muy recomendable para tratar las uñas quebradizas. Para ello colocaremos un pequeño punto de aceite en la base de cada uña y masajearemos hasta su absorción para recuperar toda su belleza.
El aceite de semillas de rosa mosqueta se ha utilizado desde de los antiguos egipcios por estar lleno de vitaminas, antioxidantes y ácidos grasos esenciales que ofrecen una gran variedad de beneficios para la piel. La vitamina C y el licopeno son antioxidantes que ayudan a protegerla del sol y la contaminación, los ácidos grasos esenciales ofrecen un gran alivio para la piel seca, y la presencia de vitamina A hace maravillas en las cicatrices existentes. Se trata de un aceite con una elevada cantidad de lípidos y una menor absorción que el aceite de argán. Por tanto, está indicado en pieles secas o muy secas. Y es beneficioso para cualquier persona que padezca afecciones de la piel relacionadas con la inflamación, como psoriasis, eccema, erupciones y otras formas de dermatitis. De forma que la rosa mosqueta es ideal si estás buscando hidratar la piel seca y reducir las cicatrices.
Ambos aceites son lo suficientemente suaves como para usarse sin diluir sobre la piel o para añadir a otras cremas y lociones para el rostro y el cuerpo. Debido a su alta concentración de ácidos grasos esenciales, aumentan la elasticidad de la piel y preservan el equilibrio de humedad al crear una barrera en la piel que evita la pérdida de agua.
En el momento de comprar aceites esenciales ten en cuenta que el aceite puro es mejor cuando se ha prensado en frío, ya que es la forma de mantener más nutrientes originales.