Toni Esteve
Practicopedia
Así afectará el calor del verano a los neumáticos, aceite, líquidos y climatización de tu coche
Las altas temperaturas alteran todos los niveles de los líquidos y la presión de los neumáticos
Las altas temperaturas hacen que sea necesario tener un especial cuidado del coche en verano. El calor puede alterar tanto los niveles de los líquidos de refrigeración y del limpiaparabrisas como los del aceite, mientras que una elevada humedad puede perjudicar al sistema eléctrico del vehículo. Por otra parte, los neumáticos también son muy sensible a los cambios bruscos de temperatura, por lo que su presión y estado también deberían revisarse antes de ponernos en marcha.
Según la empresa de renting y gestión de flotas ALD Automotive, cuando la temperatura supera los 40 grados, aumenta la intensidad de evaporación del aceite del motor del coche, por lo que es importante revisar el nivel para que el sistema no pierda eficacia. Si circulas con poco aceite o este está en mal estado, tu motor puede sufrir una avería importante. Por eso desde el RACE (@RACE_es) recomiendan reponer el aceite cada año o cada 15.000 kilómetros o bien cada dos años o 30.000 kilómetros, lo que antes suceda. No obstante, en su página web concretan que, si se trata de coches de más de 15 años de antigüedad, lo adecuado es cambiarlo antes de los 10.000 km o cada año. También es imprescindible cambiar el filtro del aceite, ya que su función es eliminar las impurezas que puede tener el aceite antes de llegar al circuito de lubricación.
Presión mínima en los neumáticos
El calor también hace que los neumáticos se dilaten más, por lo que es recomendable llevarlos con la presión mínima establecida, con el fin de evitar pinchazos. Pero no solo eso, sino que el exceso de calor y el asfalto muy caliente pueden provocar un desgaste prematuro. Si no sabes comprobar la presión los neumáticos de tu coche (uno de cada cuatro españoles no sabe hacerlo, según el Foro de Movilidad de Alphabet), o te ves en la necesidad de cambiar una rueda, el RACE explica en un vídeo cómo hacerlo.
También cabe verificar el nivel de líquido refrigerante del motor, para evitar que el coche no se sobrecaliente. Este líquido (normalmente de color llamativo que facilita la visibilidad del mismo) está compuesto por agua destilada y por anticongelante y, al igual que en el caso anterior, su entrada se sitúa bajo el capó, cerca del radiador. Para comprobar si está en los baremos que debe, solo hay que fijarse en si llega a la marca que el propio depósito (generalmente translúcido) presenta. En cuanto al líquido limpiaparabrisas, nos ayuda a mejorar la visibilidad si este está muy sucio (otro elemento de seguridad a tener en cuenta), así como a que los limpiaparabrisas no se estropeen antes de tiempo.
Mucho más importante para nuestra seguridad es comprobar el estado del líquido de frenos. Normalmente hay que hacerlo una o dos veces al año y cada dos aproximadamente deberás acudir al taller para que te lo renueven.