Victoria Herrero
Practicopedia
Cómo aislar tu casa del calor y tenerla fresca durante los días de verano
Puede ser útil invertir en una reforma que mejore el aislamiento de ventanas y paredes
A veces uno no sabe si se está más fresco bajo una sombra en el parque del barrio, en el portal del edificio o en el salón de casa con el ventilador a toda potencia. Y es que durante los días más calurosos del verano, nuestro hogar puede convertirse en un horno, sobre todo por las noches. Aislar tu vivienda frente a las altas temperaturas no solo hará que no se dispare tu factura a final de mes con tantas horas con el aire acondicionado, sino que la mantendrá más fresca.
Unas buenas ventanas con doble cristal
Si puedes, es importante invertir en una reforma de tu casa para cambiar todas las ventanas y optar por otros modelos con doble acristalamiento que ayudarán a que se mantenga el confort dentro de tu hogar. Y ya que estás en plenas obras, nunca está de más sustituir las viejas persianas que se atascan y apenas cierran por otras mejores que evitarán, junto con un buen toldo, que el sol incida directamente sobre tu casa. Persianas que estarán bajadas en las horas centrales del día cuando más pega el calor.
Además de las ventanas, puedes mejorar el aislamiento de paredes empleando materiales aislantes como pinturas que reflejan la luz y desvían el calor o reformando tu fachada con un sistema de ventilación.
La decoración y las plantas pueden ayudarte
Cuando llega el buen tiempo, es el momento ideal para limpiar y guardar mantas, alfombras o pesados edredones de invierno. Opta en los meses más calurosos por tejidos más frescos y livianos, como el lino y el algodón, para dar un nuevo aire a tu casa; especialmente para la ropa de cama.
Si tienes un jardín o un pequeño espacio al aire libre, las plantas te pueden ayudar a refrescar tu vivienda. Y es que, al regarlas, ese agua se evapora y hará que baje esa temperatura ambiente. Si no tienes la suerte de contar con un oasis exterior, coloca estas plantas en las ventanas para que puedan absorber esos rayos de sol y aporten algo de fresco a esas estancias de la casa.
Nada de tener todos los electrodomésticos encendidos
Con esta acción no solo gastarás más en tu factura energética, sino que todos esos dispositivos en funcionamiento no harán sino dar más calor a las estancias de la casa (sobre todo cuando hablamos del horno, el lavavajillas o la lavadora). Lo más acertado en este caso es que optes por electrodomésticos más eficientes energéticamente y los pongas en las horas del día en las que no haga tanto calor.
Uso responsable del aire acondicionado
Estás sudando tanto que no piensas en tu gasto energético cada vez que bajas la temperatura de tu equipo de aire acondicionado. Sin embargo, lo más lógico y responsable en este caso es mantener todo el tiempo una temperatura constante en casa, aproximadamente a unos 25 grados. Y no te olvides de limpiar los filtros un par de veces al año; si no lo haces no solo estarás perjudicando su rendimiento, sino disparando el consumo hasta un 10% más.