Manuela Martín
Practicopedia
Los secretos para alargar la vida de las fresas
En la nevera, sin lavar y bien separadas, es la mejor forma de conservarlas por mucho tiempo
Aunque la primavera es la mejor época para comer fresas, cada año su presencia se adelanta en los supermercados y durante el mes de enero ya podemos encontrarlas.
De marzo a julio podemos ver en nuestras fruterías este sabroso fruto rojo rico en minerales, ácido fólico y vitaminas como la E y la C. Se trata de una fruta que podemos utilizar en multitud de recetas y formas como granizados, batidos, jaleas, mermeladas o en gelatinas, guarniciones, ensaladas, salsas y vinagretas.
Además de sus miles de usos en la cocina, las fresas, debido a sus propiedades y su agradable olor, está presente en numerosos productos cosméticos, algunos de los cuales, puedes hacer incluso en casa.
Sin embargo, las fresas son un producto muy delicado que hay que conservar y tratar con mucho cuidado para alargar su vida y comerlas en perfecto estado. A continuación, vamos a tratar de darte los mejores consejos para su preservación.
Lo primero que debes saber es que, aunque tengan un color precioso y queden ideales en el frutero de tu cocina, estás cometiendo un grave error: las fresas siempre deben estar en el frigorífico. Sin duda, es la mejor forma de conservarlas, ya que se trata de una fruta que, una vez recolectada, frena su proceso de maduración y empiezan a pudrirse, por ello, lo mejor es meterlas en el frigorífico para frenar este proceso.
Nada de agua
El agua también puede acelerar ese proceso de putrefacción. Por ello, tal y como te hemos explicado en esta sección en alguna que otra ocasión, en general, la fruta no se debe lavar antes de guardarla, sino que debemos limpiarla justo en el momento antes de comérnosla. Para absorber la humedad de la fruta, puedes guardarla sobre un recipiente con papel de cocina.
Del mismo modo, si una fruta tiene moho lo mejor es separarla del resto para que no se extienda. Y en el caso de las fresas, también.
Consérvalas en su caja
Al igual que los huevos, es preferible dejar las fresas en la misma caja en la que las hemos comprado. ¿Por qué? Porque es preferible no amontonarlas unas con otras para que no se deñen y además, vienen tapadas con un plástico con ventilación, sin duda, el mejor formato para conservarlas.
Si eres un amante de las fresas y crees que cuatro meses de temporada son pocos y quieres seguir disfrutando de esta sabrosa fruta durante más tiempo, siempre puedes optar por congelarla y hacerte ricos batidos u otras recetas cuando lo desees.