Alimentos prohibidos si tienes piedras en la vesícula

La aparición de cálculos en la vesícula biliar es un problema frecuente, sobre todo en mujeres y a medida que se cumplen años. Y, si bien hay veces que no producen síntomas, en muchos casos causan dolor y molestias principalmente tras las comidas. 

Esto es debido a que la vesícula es un órgano que se encarga de liberar la bilis, una sustancia cuya función es mezclarse con las grasas en el intestino para que sean absorbidas, por lo que, al ingerir alimentos ricos en grasa, este órgano es estimulado y al estar inflamado o contener piedras causa dolor e incomodidad.  

Por tanto, cuando hay dolor en la vesícula que se genera por la presencia de piedras, barro biliar o inflamación, es importante tener algunos cuidados en la dieta, debiendo evitar el consumo de alimentos con alto contenido en grasa porque el objetivo es evitar que la vesícula 'trabaje'. 

Alimentos a evitar en la dieta 

• Leche entera y derivados lácteos como yogures enteros o los quesos ricos en grasa como son el parmesano o el cheddar. También especial atención con la mantequilla. 
• Carnes rojas como la de cerdo, ternera o cordero.
• Embutidos como chorizo, salchichón o sobrasada.
• Verduras y hortalizas que producen gases, como la coliflor, el repollo o los pimientos
• Frutas ácidas o confitadas.
• Aceites, frituras y frutos secos como las nueces y almendras o encurtidos como las aceitunas.
• Dulces, por su alto contenido en azúcar, que dificultan su digestión.
• Comida picante.
• Bebidas con gas además de bebidas estimulantes como el café, el té o el alcohol.
• Pescados grasos como el atún, el salmón y la sardina.

Alimentos permitidos

Si tenemos molestias por piedras en la vesícula es preferible ingerir alimentos ricos en agua y con poco o ningún contenido de grasa, tales como:

• Frutas como manzana, pera, sandía, cereza o melón.
• Verduras cocidas ya que facilitan la digestión.
• Avena y cereales integrales preferiblemente como arroz, pasta o pan.
• Leche y derivados desnatados.
• Carnes bajas en grasa (magras) y cocidas o a la plancha, como pollo sin piel o pavo.
• Agua y mermeladas de fruta.

Y a la hora de cocinar y comer

• Es importante cocinar a la plancha, al vapor o al horno porque así no añadimos grasas a los alimentos.
• Hay que evitar las comidas abundantes. Mejor si comemos poca cantidad y varias veces al día
• Comer despacio y en un ambiente tranquilo, masticando bien cada bocado. 
• Genial si podemos reposar unos 30 minutos la comida.
• Durante el día, tomar líquidos y agua en pequeñas cantidades hasta llegar a los 2 litros (evitando zumos y bebidas gaseosas).
• Evitar los fritos, rebozados, empanados, salsas, guisos y en general todas aquellas cocciones que lleven muchas grasa y aceite.