Manuela Martín
Practicopedia
Cómo ampliar un espacio solo con pintura
¿Tus techos son muy altos y te dan sensación de frialdad?, ¿tienes un pasillo tan largo que parece una película de terror?, ¿tu habitación es tan pequeña que parece la del ratón Pérez? Si deseas dar un cambio a tu casa, la pintura es una opción sencilla y barata para cambiar el aspecto de esas habitaciones que te agobian.
Pintar para crear efectos ópticos
Simplemente pintando una pared podemos hacer que una habitación parezca más ancha, larga o alta.
- Alargar: la mejor opción es pintar el techo y la pared del fondo, creando una sensación de continuidad y profundidad en el espacio.
- Dar altura: para crear este efecto tenemos varias opciones. Una de ellas es pintar las paredes hasta unos 10 cm más o menos por debajo del techo. Otra opción es pintar rayas verticales o bien, dejar el techo en blanco y pintar las paredes.
- Ensanchar: pintar la pared con rayas horizontales nos ayudará a crear esta sensación.
- Más grande: al pintar todas las paredes de la habitación del mismo color, el ojo no percibe ni cortes ni contrastes, creando una sensación de amplitud. Si llevamos a cabo este mismo efecto pero con colores oscuros, la sensación será la contraria.
- Estrechar: pintar dos paredes enfrentadas del mismo color, a ser posible con tonos cálidos.
- Acortar: los tonos cálidos en una de las paredes del fondo nos van a ayudar a hacer mas pequeño el espacio. Por el contrario, si lo que pretendemos es bajar la altura de los techos, debemos pintar el techo simplemente, generando así un efecto en el que parece que el techo se acerca.
Los tonos fríos son en general los que nos ayudan más fácilmente a potenciar la sensación visual de amplitud y profundidad, mientras que los cálidos nos ayudarán a acortar.
Qué colores dan sensación de calidez y frialdad
Para gustos los colores, pero si deseas crear un ambiente u otro en tu hogar, la elección del color será fundamental, tanto para crear una sensación térmica como para crear un efecto óptico.
Los colores cálidos son los que van del rojo al amarillo, pasando por naranjas, marrones y dorados. Estos colores recuerdan al fuego, a los atardeceres y al otoño. Además de la sensación térmica, transmiten cercanía, intimidad, energía y calidez.
Por su parte, los colores fríos son todos los tonos que van desde el azul al verde, además de los morados. Estos recuerdan al invierno, a la noche y al mar, y transmiten tranquilidad, calma, seriedad y profesionalidad.