Bálsamo de tigre, un remedio natural para todo tipo de dolores

Quizás no hayas oído hablar del bálsamo de tigre –aunque según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se estima que se venden unos 66 millones de unidades al año. Se trata de un ungüento de la tradición china que cada vez gana más adeptos por sus propiedades curativas para todo tipo de dolores: musculares, articulares e incluso para dolores de estómago y de cabeza. Por sus amplias propiedades, esta pomada medicinal se está convirtiendo en un imprescindible para los botiquines de cada vez más hogares.

Orígenes del bálsamo de tigre

Según Tiger Balm, el origen del bálsamo de tigre se encuentra en los herbolarios al servicio del emperador chino. En 1870, uno de sus curanderos, Aw Chu Kin, abandonó la corte y volvió a su ciudad natal en Rangún (Birmania), donde abrió una pequeña tienda donde vendía este pequeño ungüento como un remedio efectivo para todo tipo de dolores.

A su muerte, dejo su negocio a sus dos hijos y estos comercializaron el ungüento, ya bajo el nombre de ‘bálsamo de tigre’ a lugares próximos como Malaya, Hong Kong, Batavia, Siam. Desde entonces, la globalización y sus buenos resultados han hecho el resto.

¿Por qué es tan efectivo?

Lo único relacionado con el tigre es su efecto vigorizante; en lo que a composición se refiere, sus ingredientes son extractos de plantas y aceites esenciales. Principalmente alcanfor, mentol y cajaput, menta, clavo y canela.

Además, dependiendo de estos ingredientes, el bálsamo puede ser de Tigre Rojo, si tiene efecto calor y estimula la circulación, o de Tigre Blanco, si tiene un efecto refrigerante. En ambos casos, el ungüento generará un efecto analgésico sobre la piel, ya que el alcanfor tiene la capacidad de anular los receptores neuronales del dolor.

¿Cómo aplicarlo?

Debido a la potencia de sus efectos, esta crema está desaconsejada en embarazadas y menores de 12 años.

Antes de aplicarla sobre la zona dolorida, conviene hacer un pequeño test con poca pomada sobre una zona limpia y seca.

De no causar irritación ni efectos similares a la alergia, se puede proceder a aplicar un poco más de pomada sobre la piel y realizar un pequeño masaje, evitando que la crema entre en contacto con zonas sensibles del cuerpo (ojos, boca, nariz, zona íntima) o que se hayan dañado recientemente (heridas, quemaduras, piel irritada…).

Al terminar su aplicación, se deben lavar las manos detenidamente y observar los efectos inmediatos sobre la piel: si se nota picor, escozor o una reacción extraña, conviene retirarla y acudir a un profesional.