Las caídas son la causa principal de lesiones en las personas mayores, con mayor frecuencia entre las mujeres. Estas lesiones pueden acarrear consecuencias muy graves para este grupo de edad, por lo que la población debe ser consciente del riesgo que conlleva sufrirlas y tomar las medidas necesarias para prevenirlas.
Tal y como explica la doctora Nieves Fernández Letamendi, geriatra en el Hospital Quirónsalud Zaragoza (@quironsalud), las caídas son uno de los síndromes geriátricos que con más frecuencia atienden los especialistas y "generan numerosas visitas a los servicios médicos de Atención primaria o de Urgencias hospitalarias".
La doctora también destaca la importancia del factor edad: "A medida que se envejece, la probabilidad de caerse es mayor. El 30% de los mayores de 65 años y el 50% de los mayores de 80 años, se caen al menos una vez al año". Igualmente, añade que si el adulto mayor sufre una caída, las probabilidades de volver a caerse en un año aumentan entre 2 y 3 veces más.
Consecuencias de sufrir una caída
La especialista de Quirónsalud sostiene que "las consecuencias de una lesión por caída accidental pueden reducir considerablemente la calidad de vida de la persona mayor, y son una importante causa de morbilidad, discapacidad y mortalidad".
Dicho esto, aunque no visualicemos consecuencias aparentes en un principio, "debemos consultar siempre que un adulto mayor haya tenido una caída", afirma la doctora Fernández Letamendi, ya que, como ella misma señala, una fractura puede ser un comienzo de otros problemas más serios:
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Miedo a que se repita la caída: se intentan evitar actividades como caminar, ir de compras o relacionarse.
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Limitación en la movilidad temporal: puede conllevar consecuencias graves como sufrir una discapacidad, trastornos de la marcha, delirium, heridas por presión o, incluso, que pueden incrementar el riesgo de mortalidad al año.
- Fuerte impacto emocional y económico a nivel familiar.
Existen numerosos factores que influyen a la hora de sufrir una caída, "como el grado de osteoporosis previo, la ausencia de adaptaciones del hogar, los patrones de movilidad, la polimedicación, los déficits visuales o auditivos, las caídas previas…Pero también puede estar favorecida por determinadas patologías (diabetes, depresión, problemas vasculares en las piernas, deterioro cognitivo, ictus, polineuropatías, parkinsonismo…..) o por determinados medicamentos", resalta la doctora.
Las caídas se pueden prevenir
Desde Quirónsalud nos lanzan una serie de preguntas para identificar si estamos dentro del grupo de riesgo de sufrir caídas:
- ¿Se ha caído alguna vez en el último año?
- ¿Toma más de cuatro medicamentos al día?
- ¿Está diagnosticado de infarto cerebral o de enfermedad de Parkinson?
- ¿Tiene problemas con el equilibrio?
- ¿Deja de andar cuando habla?
- ¿Es incapaz de levantarse de una silla cuya altura está a nivel de las rodillas sin utilizar los brazos?
En el caso de que más de tres respuestas sean positivas, se recomienda acudir a una consulta de Geriatría o de su médico de Atención Primaria para valorar este riesgo y las medidas de intervención a realizar en cada paciente concreto.
Qué hacer si sufrimos una caída
La doctora Fernández Letamendi explica qué debemos hacer y cómo debemos comportarnos si nos caemos y, además, anima a los mayores a que ensayen el procedimiento a seguir para que, en caso de que ocurra, estén prevenidos y sepan cómo actuar:
- Si se cae, manténgase lo más calmado posible.
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Respire profundamente varias veces para tratar de relajarse. Permanezca quieto en el suelo, o donde cayó , unos momentos para reponerse de la sorpresa e impacto de haberse caído.
- Analice entonces si tiene dolor importante en algún sitio, especialmente brazos o piernas, antes de levantarse. Levantarse demasiado rápido o de manera equivocada puede empeorar una lesión. Si tiene dolor agudo es preferible que pida ayuda y permanezca en el suelo.
- Si no tiene un dolor importante, y piensa que puede levantarse con seguridad sin ayuda, voltéese hacia un lado. Descanse nuevamente mientras su cuerpo y la presión arterial se ajustan. Después colóquese en posición 'a cuatro patas' y trasládese gateando hacia una silla fuerte y estable.
- Coloque las manos en el asiento de la silla y deslice un pie hacia delante de manera que quede plano en el suelo. Mantenga la otra pierna doblada de manera que la rodilla esté en el suelo. Desde esta posición arrodillada (en genuflexión), levántese lentamente y gire su cuerpo para sentarse en la silla. Manténgase sentado hasta que esté completamente recuperado, no tenga ningún mareo y crea que puede incorporarse con garantías. Si no es así, es preferible pedir ayuda y permanecer sentado.
- Llevar consigo de manera constante un teléfono móvil o inalámbrico o un dispositivo de teleasistencia, podría hacer más fácil llamar a alguien si necesita ayuda. Es muy importante insistirles en ello, especialmente en los mayores que viven solos.
Consejos para prevenirlas
La experta de Quirónsalud ofrece también una serie de consejos fáciles de aplicar para prevenir caídas en mayores:
1. Mantenerse activo mediante la práctica de ejercicio físico adecuado a esta edad: nos ayudará a mantener la fuerza, la coordinación, el equilibrio, la flexibilidad y la energía, lo que va a ser fundamental para poder seguir siendo independiente en su día a día.
2. Tener un entorno seguro: más del 50% de las caídas se producen en el hogar. Para evitarlo se recomienda:
- Tener siempre una buena iluminación: tener una luz de emergencia o de fácil acceso, especialmente cuando se levante por la noche.
- Si se tiene escaleras, poner interruptores en la parte superior e inferior de las mismas y agarrarse siempre a una barandilla tanto para subirlas como para bajarlas.
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Levantarse lentamente, hacerlo rápido favorece el ortostatismo (bajada brusca de tensión).
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Evitar tener alfombras; en caso de usarlas, asegurarnos de que quedan bien sujetas al suelo y que no tienen irregularidades, arrugas o pliegues que faciliten los tropiezos.
- Retirar las cosas con las que pueden tropezar (paquetes, cables de aparatos eléctricos, del teléfono, etc.) de las zonas de paso.
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Usar un calzado que sujete bien el pie, con suelas de goma antideslizante, que no sean ni muy finas ni muy gruesas. No usar tacones, zapatos destalonados, o zapatos tipo zueco o chancleta: con ellos es más fácil tropezar. Revisar periódicamente los pies para vigilar el estado de las uñas, durezas, callosidades, o incluso heridas.
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En la cocina es recomendable que los utensilios que se usen habitualmente estén al alcance de la mano. Para acceder a lugares altos utiliza escaleras estables, aunque siempre es recomendable pedir ayuda o contar con dispositivos adaptados para traerlos hacia nosotros. Nunca usar taburetes.
- Para limpiar los suelos no utilizar abrillantadores o ceras. Evita pisar el suelo mojado. Para la limpieza y descolgado de cortinas o superficies en alto es recomendable que nos ayuden.
3. Revisión de los medicamentos que toma:
- La polimedicación, en especial cuando incluye psicofármacos, o tratamientos para la hipertensión, la diabetes o la insuficiencia cardíaca aumentan el riesgo de caídas.
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Revise con su médico de Atención Primaria o su geriatra periódicamente sus tratamientos, por si alguna medicación se ha mantenido prescrita de manera prolongada una vez resuelto el problema médico, o si se puede suspender alguna (guiado en criterios que ya están estandarizados).
- Es importante la prevención y el tratamiento de la osteoporosis para evitar fracturas, asegurándonos de tener un buen aporte de calcio en nuestra dieta (leche, queso yogur…), y de vitamina D (principalmente tomando 15 minutos diarios de sol sin protección). No debemos tomar suplementos por nuestra cuenta, ya que un exceso de los mismos puede ser peligroso, por lo que siempre deberemos consultar con nuestro médico antes de tomarlos.
4. Mantener un peso adecuado es muy importante ya que la obesidad favorecelas caídas, pero el bajo peso se ha relacionado con mayor índice de fracturas tras caídas. Evite el alcohol y el tabaco.
5. Revisar la agudeza visual y la audición y utilizar corrección con gafas o audífonos si son necesarios.
6. Asistencia médica lo más precoz posible cuando se tenga algún signo de infección, cuadros de desorientación o cualquier signo de descompensación de patología previa.
7. En ocasiones se utilizan ayudas técnicas (bastón, muletas…) que no son las más adecuadas para el paciente y pueden aumentar el riesgo de caídas. Es conveniente siempre que sea valorado para poderle indicar qué ayuda técnica es la más adecuada en su caso. Además, habría que valorar la colocación de protectores de cadera, especialmente en centros residenciales, pero de aplicación en todos los pacientes.
8. Si ya ha tenido una caída, es recomendable siempre consultar con un geriatra, para recibir valoración individualizada y valorar que no sufre posteriormente el "síndrome de temor a caer" que mermará mucho su calidad de vida, y que la mayor parte de las veces puede superarse con una intervención especializada.