Victoria Herrero
Practicopedia
¿Es posible que el cambio climático afecte a nuestras mascotas?
El aumento inusual de las temperaturas hace que proliferen los parásitos y las enfermedades
Un nuevo efecto adverso del ya negativo cambio climático. ¿Sabías que los animales también sufren las consecuencias? Y no solo aquellos que viven en libertad y ven peligrar sus ecosistemas naturales.
El aumento de la temperatura del planeta, debido a las emisiones de los gases de efecto invernadero y la acción del ser humano, provoca variaciones en el clima que no siguen un ciclo natural. Así, entre otros efectos, los ritmos de las estaciones cambian y eso hace que algunas enfermedades proliferen al no tener una medida de contención como es el cambio de temperaturas. En definitiva, un peligro para la salud de todo ser vivo de la Tierra, incluidos los perros y los gatos que viven con nosotros.
Organizaciones como la World Animal Protection (@MoveTheWorld) ya han puesto la voz de alarma en relación a "una contaminación y explotación excesiva de los recursos" que afecta a la vida de los animales, además de destruir su entorno y los medios de supervivencia que tienen.
A más calor, más parásitos
¿Qué pasa con ese aumento de los termómetros? Pues que el calor es el mejor caldo de cultivo para parásitos, pulgas, garrapatas y todo tipo de bichos e insectos portadores de enfermedades, a los que les encanta permanecer en el pelo y la piel de nuestro animal de compañía.
Las mascotas y el calor no son buenas aliadas
Si de normal el verano no es la estación más adecuada para el bienestar de nuestro gato o nuestro perro, este aumento inusual de las temperaturas en todo el planeta hace que todavía les resulte más complicado adecuarse a esa situación asfixiante, sobre todo debido al pelo y la piel que les protege. Por eso no es de extrañar que nuestras mascotas puedan sufrir un golpe de calor, especialmente durante los meses estivales, que se han vuelto más peligrosos a nivel de temperaturas.
Cuidado con el sistema respiratorio
Con este clima tan poco certero, nuestros animales de compañía son más propensos a padecer patologías relacionadas con su sistema respiratorio. Y todo se debe a esos virus y bacterias que crecen a sus anchas en un entorno donde las temperaturas son más altas que en condiciones normales.