María Martínez Denia
Practicopedia
Cinco trucos para eliminar las arrugas de las camisas sin planchar
Las camisas son una de las prendas de ropa que más se suelen arrugar en la lavadora
Normalmente, una de las tareas del hogar que más nos suele costar es el planchado. Ya sea por el temor de quemar alguna prenda o el calor que desprende la plancha y que molesta especialmente en el verano, es una labor de la que solemos prescindir o dejarla como última en la lista. Sin embargo, hay prendas como las camisas, que son un imprescindible en el armario pero que se suelen arrugar con facilidad en la lavadora.
Además, se necesita tratar con un especial cuidado a la tela tradicional en la que se fabrican las camisas, ya que es muy delicada y se puede estropear en cualquier descuido. A lo largo de los años, y de la práctica, se han ideado una serie de trucos muy sencillos para evitar usar la plancha en estos casos:
- La ducha: el vapor generado mientras nos duchamos, ayuda a relajar las fibras de la tela y a eliminar las arrugas. Una vez terminada la ducha, solo es necesario estirar suavemente la camisa con las manos y dejarla secar en un lugar adecuado.
- El secador del pelo: tan solo es necesario humedecer ligeramente las áreas arrugadas con un poco de agua, tras ello ajustar el secador de pelo en la temperatura más baja y dirigir el aire caliente hacia las arrugas mientras estiras suavemente la tela con las manos. A medida que el calor seca la humedad, las arrugas se desvanecerán y tu camisa parecerá más lisa.
- La toalla caliente: este es un truco similar a los dos anteriores en el que hay que mojar una toalla limpia con agua caliente, escurrirla bien, colocar la toalla sobre la camisa arrugada y presionar suavemente con las manos. Ya sabemos que el vapor generado por el contacto del agua caliente con la tela ayudará a relajar las arrugas. Una vez que la toalla se enfríe, retírala y deja secar la camisa al aire.
- La percha y el peso: extiende la camisa en una percha de forma regular y coloca un peso en la parte inferior de la prenda, por ejemplo, una botella de agua llena. Gracias a la gravedad, las arrugas se suavizarán progresivamente. Es importante asegurarnos de que la camisa esté bien estirada y que el peso no sea excesivo para evitar deformaciones o roturas.
- Vaporizador portátil: este es un dispositivo en auge en los últimos años por su sencilla utilización y sus grandes resultados. Lo único que hay que hacer es colgar la camisa en un lugar adecuado y pasar el vaporizador suavemente por la prenda.