¿Cómo debes actuar si haces aquaplaning con el coche en la carretera?

Los accidentes en condiciones meteorológicas​ complicadas, como fuertes lluvias, suelen tener relación con la pérdida de control del vehículo al perder el contacto entre los neumáticos y el suelo. Es lo que se conoce cómo el fenómeno del aquaplaning. 

Según RACE, el aquaplaning se produce cuando, "ante una capa gruesa de agua, las ruedas delanteras pierden agarre, flotan y dejan de contactar con el asfalto. Ante esta situación, el conductor pierde el control del vehículo porque ya no es posible frenar ni girar. Esta capa de agua que se forma entre la goma y la superficie del neumático se produce porque la presión del agua empuja por debajo del neumático. Se acumula tal cantidad de agua que el neumático es incapaz de evacuarla".

¿Qué se debe hacer?

En primer lugar, en RACE recomiendan cuando se acerca uno a una zona encharcada reducir la velocidad como primera medida de precaución.

Aun así, si se hiciese aquaplaning –que se detecta por una pérdida en el control del volante– se debe levantar el pie del acelerador y pisar el embrague. "Al mismo tiempo es importante poner la dirección recta y, sin frenar, sujetar con fuerza el volante hasta que los neumáticos consigan adherencia saliendo de la zona con agua", aseguran en RACE.

"Si conseguimos salir del charco con las ruedas rectas podremos evitar el accidente; de lo contrario, lo más probable es que se produzca un sobreviraje. Esta reacción se produce cuando el tren trasero pierde tracción. En este caso, lo que hay que hacer es girar el volante hacia el mismo lado en el que se está produciendo el derrape –lo que se conoce como hacer un contravolante- con el objetivo de poner el coche en línea recta. Cuando el coche recupere la adherencia, lo que hay que hacer es ir colocando progresivamente las ruedas en la dirección de la vía y acelerar con suavidad, siendo ésta una maniobra extrema y difícil de controlar", recomiendan.

¿Por qué se produce el aquaplaning?

Las causa del aquaplaning pueden tener que ver con la mala conservación del pavimento, un incorrecto mantenimiento de los neumáticos y circular a altas velocidades en carretera. 

"A velocidad baja, los neumáticos golpean el agua acumulada y la cortan. Es decir, son capaces de evacuarla correctamente, manteniéndose en contacto con la calzada. Si circulamos a velocidad alta, el agua se acumula en la parte delantera de los neumáticos y, si la velocidad es muy elevada, el agua acaba elevado los neumáticos de la superficie de la carretera. La velocidad se convierte así en uno de los factores que más influye en el aquaplaning, porque a los neumáticos no les da tiempo a evacuar el agua", apuntan en RACE.

Y añaden: "También influyen: el diseño del dibujo del neumático, que puede ayudar a canalizar mejor o peor el agua; el tamaño del neumático, ya que a mayor área de contacto con la superficie, menor sea el peligro; la profundidad del dibujo, porque si está desgastado, la evacuación será menos efectiva (la legal es de 1,6 mm pero la recomendación es que la profundidad esté por encima de los 2 mm); la presión del neumático –tanto por presión excesiva como por debajo de lo que recomienda el fabricante-; si el agua se combina con aceite, suciedad y sal, su densidad aumenta y hay más riesgo de patinar; el tipo de transmisión, ya que según las circunstancias los 4×4 pueden tener más riesgo de sufrir aquaplaning que los de tracción en dos ruedas; y el peso del vehículo, ya que cuanto más ligero, más riesgo".