Cómo eliminar los pesticidas correctamente de los alimentos

Según la definición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un plaguicida o pesticida, es cualquier sustancia destinada a prevenir, destruir, atraer, repeler o combatir cualquier plaga, incluidas las especies indeseadas de plantas o animales, durante la producción, almacenamiento, transporte, distribución y elaboración de alimentos, productos agrícolas o alimentos para animales. En este sentido, se considera que el uso de pesticidas es necesario para evitar las plagas que afectan entre un 25 y 35% de las cosechas mundiales. 

Dicho esto, el uso de pesticidas provoca que sustancias químicas que los componen se adhieran a las frutas y verduras que consumimos en nuestro hogar. Lavarlas con agua, que es probablemente lo que hacemos la mayoría, puede no ser suficiente para su completa eliminación ya que la mayoría de pesticidas están diseñados para resistir el agua de la lluvia o del riego en los cultivos. 

De esta manera, muchos expertos recomiendan consumir productos orgánicos que son aquellos que han sido producidos sin productos químicos y procesados sin aditivos, aunque no siempre es una opción viable por precio o por no poderlos comprar fácilmente. Así pues, si bien la cantidad de substancia tóxica que puede haber en los alimentos que ingerimos se sitúa dentro de los umbrales que se consideran seguros, existen diversas formas para ayudar a reducir los pesticidas de nuestros alimentos si nos preocupa su presencia por mínima que sea. 

A la hora de lavar

Como hemos comentado, la mayoría de nosotros tenemos la costumbre de lavar con agua del grifo las frutas y las verduras antes de su consumo. Y este es un buen hábito que ayuda a eliminar residuos de los alimentos, pero hay que hacerlo en pequeños puñados para que el agua llegue bien a todos, especialmente si se trata de verduras. 

Además, también se puede optar por quitar la piel y cáscaras y comer solo el interior, aunque entonces perdemos parte importante de la fibra y vitaminas que se concentran en las pieles de la fruta, por ejemplo. Lo que sí es recomendable es quitar las zonas que tengan hongos, cortes o estén demasiado maduras.

Secar después de lavar

 

Un simple gesto que puede contribuir a eliminar la presencia de sustancias tóxicas en nuestras verduras y frutas es frotarlas con un trapo después de lavarlas con agua. En este sentido, un estudio de la Estación de Experimentación Agrícola de Connecticut (Estados Unidos) concluyó que el mero hecho de lavar los vegetales y frutas bajo el grifo conseguía reducir los restos de nueve de los 12 pesticidas comprobados y que, después de analizar un total de 196 muestras de lechugas, tomates y fresas, constataron que lo que más contribuía a la eliminación de químicos era el hecho de secarlos frotando con un paño.

Con la ayuda de un cepillo de dientes

Además de secar con un trapo, los expertos también recomiendan utilizar un cepillo de dientes para una mayor eliminación de sustancias tóxicas. Solo tendremos que frotar suavemente con el cepillo las frutas o verduras que queramos limpiar, para eliminar así los restos no naturales, como los pesticidas, que puedan quedar. 

Una cucharada de bicarbonato

Como siempre el bicarbonato es de gran ayuda en cualquier tarea de limpieza y desinfección en el hogar. En la que nos ocupa en este artículo, un grupo de investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst demostró que una solución con bicarbonato sódico era el remedio casero más eficaz por delante de la lejía o el agua del grifo. Parece ser que los pesticidas se degradan más rápidamente en bicarbonato, lo que facilita su eliminación. En este sentido, solo debemos mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio, aproximadamente, en dos tazas de agua y poner en remojo las frutas o verduras que queramos lavar. 

Hay quien también añade una cucharada de vinagre para reforzar la desinfección, pero el sabor de los alimentos puede verse afectado con la potencia del vinagre.