¿Existe la copa de vino perfecta?

Con la llegada de las fiestas sacamos nuestros mejores vinos para disfrutar con la familia, sin embargo, ¿sabes si estás utilizando las copas correctas? A continuación, te explicamos cómo es la copa de vino perfecta para cada ocasión.

Es posible que, si no eres un gran consumidor o experto en vino, no sepas muy bien qué copa debes utilizar según el vino que vayas a consumir. Por ello, en este artículo vamos a tratar de darte algunas claves para que no tengas ese problema en los días que se avecinan y quedes con tus invitados como un auténtico sumiller.

Tanto si tienes una vajilla de 30 tipos diferentes de copas como si vas a comprar alguna nueva porque no tienes ninguna en casa, el primer consejo que vamos a darte es que no te agobies, ya que con 2 o 3 tipos de copas puedes solucionarlo muy dignamente.

La forma

Las copas para vino deben tener un tallo lo más alargado posible para poder cogerla sin tocar la parte del cáliz (en la que está el vino) y evitar que nuestra mano pueda calentar el vino.

En función de la vejez del vino se recomienda un cáliz más o menos amplio para que respire y se oxigene. En este sentido, se recomienda que tenga una boca ancha para que el vino tenga la mayor superficie posible en contacto con el aire cuando esté en la copa. No obstante, la boca de la copa debe ser un poco más estrecha que la parte inferior del cáliz (pero no mucho) para que tenga buena estabilidad.

Para el vino tinto recomendamos las copas tipo burdeos o borgoña.

El cristal

Para una copa de calidad, el cristal debe ser fino.

Se recomienda que el filo sea recto y no redondeado.

Uno de los puntos más importantes es que el cristal sea transparente y liso, sin grabados ni tallados ni decoraciones. Sin embargo, aunque es cierto que la moda de los últimos tiempos tiende a vasos coloridos y grabados, nosotros seguimos recomendando los transparentes y lisos. Ello es debido a que de ese modo podemos apreciar los matices y colores del vino.

Vino blanco

¿Y qué tipo de copa necesitamos para el vino blanco? Este tipo de copas debe cumplir los mismos requisitos que hemos señalado hasta ahora, con un añadido más: el cáliz debe ser un poco más pequeño que las de vino tinto. El porqué es sencillo: el vino blanco debe tomarse frío y si utilizamos una copa grande la llenaremos más y, por lo tanto, se calentará antes.

Champagne y espumosos

Para este tipo de bebida es importante elegir una copa que conserve las burbujas, el gas y el olor. Y, al contrario que los anteriores, es importante que no se oxigene en exceso, por ello, seleccionaremos aquellas de cáliz pequeño y alargado.