La secadora es uno de los múltiples electrodomésticos que llegaron para hacernos más sencillas las tareas domésticas. Gracias a ella, podemos liberarnos de la tediosa tarea de sacar la ropa de la lavadora, tenderla y recogerla cuando por fin está seca. Esto si funciona correctamente, sino podría darnos más problemas de los que nos soluciona, y el exceso de humedad es uno de ellos.
Las secadoras producen humedad cuando el aire caliente que generan se combina con la ropa mojada en el tambor. En un principio, esa humedad se filtra a través del sistema de escape, aunque a veces esa condensación aparece en la ventana, en las superficies del electrodoméstico o incluso en las paredes de la habitación donde está instalada. Ese exceso de humedad, que puede llegar a producir moho, se puede deber a varios motivos.
Los 4 problemas más comunes y cómo evitarlos
Lo más probable, según indica la la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es que simplemente no haya suficiente espacio de ventilación alrededor de la máquina, aunque también puede deberse al buen aislamientode las casas modernas, algo que empeora si tenemos una secadora de evacuación, por lo que este tipo se desaconseja en las viviendas nuevas. Toma nota de los otros motivos que pueden provocar este exceso de humedad:
La secadora está colocada en mal sitio: si está colocada dentro de un armario cerrado, por ejemplo, el calor queda atrapado y no puede salir. Lo ideal en este caso es garantizar una ventilación suficiente mientras el aparato está en funcionamiento, manteniendo la puerta abierta, por ejemplo. También podemos instalar un extractor para capturar el aire caliente. Este problema también se puede dar si instalamos el aparato en un ambiente demasiado frío (menos de 5 ºC), como un garaje. También sería recomendable un extractor, así como colocar la secadora en una habitación donde la temperatura no supere los 35 °C, y tenga unos 10-12 metros cuadrados, para que no se caliente demasiado rápido.
El mantenimiento no es el adecuado: los filtros y la junta de la puerta, si no se limpian, pueden producir una cantidad innecesaria de humedad en la habitación. Es importante también revisar los que estén dañados por el uso. Revisar periódicamente estas tareas de mantenimiento ayudará no solo con la condensación, sino además a reducir el tiempo de secado, lo que a su vez supone un ahorro en la factura.
El sistema de escape de la secadora está obstruido: es recomendable limpiar el sistema de escape cada dos años e incluso con más frecuencia, ya que un atasco en esta zona puede hacer que la humedad se retenga en el conducto y se drene a la secadora. El atasco puede deberse también a una acumulación de pelusas en el filtro, por lo que es necesario también vaciarlo con regularidad (después de cada ciclo o cada 10, en los de bomba de calor).
Es una secadora de evacuación y está mal instalada: una instalación incorrecta, o la utilización de materiales inadecuados, también puede ser la causa de los problemas de humedad. En este caso, la condensación puede deberse a que el conducto de escape no está rectoo no tiene un soporte adecuado (cuando el canal de ventilación de la secadora se arquea o se dobla, puede haber problemas de circulación de aire.), el conducto de ventilación es demasiado largo (la evacuación puede ser un problema porque el calor tarda demasiado en salir del sistema de escape, lo que hace que la temperatura aumente), o que haya rotura de puente térmico (si utilizas una secadora de evacuación, tendrás un agujero en la pared donde está instalada para que salga el tubo del aire).
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.