Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
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Domingo 11 de septiembre de 2022
ACTUALIZADO : Domingo 11 de septiembre de 2022 a las 9:27 H
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Vestir nuestro hogar con tejidos de color blanco nos produce bienestar por la sensación de limpieza. El problema que tiene la ropa blanca es la aparición de manchas amarillas que la afean, la envejecen y le hacen perder luminosidad y pureza. Te contamos algunas trucos para guardar la ropa blanca y evitar o retardar la aparición de las manchas amarillas, pero también a hacerlo de manera que la calidad del tejido no se vea afectada.
Lo primero será almacenar la ropa blanca separándola del resto, es decir, procurar dejar unos cajones exclusivos para la ropa blanca y no cargarlos demasiado.
Para las sábanas y toallas blancas reservaremos cajones o estantes exclusivos para la ropa blanca; las prendas que necesiten ir colgadas, como es la ropa de vestir, irán en perchasen una zona del armario exclusiva para ellas, para la ropa blanca.
El motivo de distribuir la ropa así es que cuando se mezclan piezas de diferentes colores con la ropa blanca, está acaba “absorbiendo” parte del color de las otras.
Coloca en la base interior del cajón donde vayas a guardar la ropa blanca una hoja de papel de seda de color azul oscuro. Este papel también ha de cubrir los laterales internos del cajón.
Guarda las piezas de ropa bien planchadas y asegurándote de que están totalmente secas, de lo contrario podrían teñirse con el papel. El motivo de que sea azul oscuro es para que no pase la luz, si estás segura de que no le entra la luz puedes utilizar uno de color blanco.
A pesar de que guardes la ropa seca, en el ambiente hay humedad que acaba alcanzando todos los rincones de la casa, incluido el interior de los cajones, motivo por el que acaba apareciendo moho en los tejidos. Por esta razón es importante que airees los cajones y por consiguiente la ropa que guardas en ellos. Puedes dejar las puertas de los armarios y los cajones abiertos un par de veces a la semana durante al menos una hora.
Hay que tener en cuenta que el moho estropea los tejidos.
Una solución para evitar la presencia de humedad en el armario es colocar unos saquitos antimoho. Los hay con o sin aroma. Los que tienen olor, si este es de tu agrado, además de reducir la humedad perfumaran la ropa y, por supuesto, el ambiente del armario y los cajones.
También puedes reutilizar la bolsitas de gel de sílice van en las cajas de los zapatos o dentro de los bolsos cuando los compras. Una solución económica y sostenible.
Otra manera de evitar que las piezas de ropa se pongan amarillas es no dejarlas guardadas durante mucho tiempo, es decir, hacerles un mantenimiento periódico. Este mantenimiento consiste en realizar un lavado de la ropa cada tres o cuatro meses y, en la medida que sea posible, dejarlas secar al sol en un lugar bien ventilado, ello aclarará el tejido.
Cuando realices estos lavados añade un poco de bicarbonato de sodio y vinagre de manzana o de alcohol, aclararás la ropa de manera natural y quitarás las manchas y el tono amarillento.
Las prendas que ya hayan adquirido un tono amarillento ponlas en un balde con una mezcla de agua, alcohol y jabón de coco líquido. Devolverás el color blanco natural al tejido.