Manuela Martín
Practicopedia
Cómo hacer un cambio de armario sencillo e inteligente
Por fin ha llegado ese momento que tanto temes y que ocurre cada seis meses: toca guardar la ropa de verano para dar paso a la de invierno. Pero no te preocupes, te vamos a dar unos prácticos consejos para que este cambio sea lo más sencillo posible.
Lo ideal sería tener en nuestros armarios toda la ropa del año. Esto nos permitiría ver de un simple vistazo todo aquello de lo que disponemos y así no realizar, cuando llega una nueva estación, compras innecesarias de prendas que ya teníamos igual o similar pero aún guardadas en cajas.
Pero si no es tu caso y no dispones de un gran vestidor donde todo tiene cabida, no te queda más remedio que hacer el temido cambio de armario y, en ese caso, cuanto antes mejor.
Para hacerlo de la forma más eficaz vamos a tratar de darte algunos consejos para que te resulte una tarea lo más sencilla posible y lograr a su vez que tanto la ropa que guardas como la que sacas estén en el mejor estado posible y lograr un armario ordenado y perfecto. Eso sí, de la plancha no nos libraremos.
Hacer hueco a la nueva temporada
Lo primero que tenemos que hacer es sacar todo lo que tenemos de la temporada que dejamos atrás de nuestros armarios y ponerlo encima de la cama. Así nos haremos una idea del volumen de cosas para guardar y podremos clasificarlo y ordenarlo mejor.
Una vez tengamos el armario vacío es el mejor momento para hacer una limpieza a fondo.
¿Y cómo guardamos la ropa? Es importante que la guardes siempre limpia, porque de lo contrario, cuando vuelvas a sacarla estará en mal estado. Además, así estará lista para usar cuando la necesitemos de nuevo.
Las fundas para la ropa, ya sea tipo porta trajes o en formato cajas, es una buena opción para guardar la ropa de temporada. Para aquellas prendas o complementos de gran tamaño como toallas de la playa o colchas de verano, te recomendamos que las envases al vacío con bolsas especiales para ello que nos ayudarán a reducir el tamaño y aprovechar el espacio.
¡A sacar la ropa de invierno!
Una vez tenemos el armario vacío, es el momento de empezar a sacar la ropa de la nueva temporada. Lo primero: tirar todo lo que no uses.
Sin duda, lo mejor para el orden es tirar todo aquello que no usas. Por ello, nuestro primer consejo es que saques toda la ropa de la nueva temporada, en nuestro caso, la de invierno, y como siempre, la pongas sobre la cama.
A continuación, haz dos montones: lo que es para tirar, donar o dar y lo que nos quedamos y vamos a guardar en el armario. Para lo primero, te aconsejamos que te hagas algunas preguntas: ¿te la pusiste la temporada anterior?, ¿te queda bien y te gusta?, ¿está en buen estado? Según tus respuestas, es tan sencillo como ponerlas en un montón o en otro.
Lo preferible es que colguemos en nuestros armarios el mayor número de prendas posible para que de un vistazo podamos verlas todas, eso sí, coloca una sola prenda por percha. Si no tienes espacio suficiente, elige colgar las camisas, vestidos y chaquetas. Los pantalones también sería ideal tenerlos en perchas, pero si no, al igual que las camisetas y jerseys, opta por doblarlos y, preferiblemente, te animamos a que lo hagas en vertical a lo Marie Kondo.
Una vez sabemos qué vamos a colgar y qué vamos a doblar, la mejor opción es distribuirlo todo en sus respectivos espacios por categorías o estilos y a su vez por colores y tamaños, algo que nos ayudará en nuestra elección diaria.
Para un mayor orden, si eres de los que tienes perchas de diferentes modelos, nuestro consejo es que acabes con ello y que las utilices todas iguales. Además, recuerda ponerlas todas en la misma dirección.
¿Y qué hago con los complementos?
Para los bolsos te damos varias opciones, desde un cajón o balda donde ponerlos todos ordenados, a optar por una estantería vista como si de un expositor se tratase. Para alargar la vida de estos complementos, recuerda no amontonarlos y colocarlos preferiblemente unos al lado del otro.
El invierno también trae consigo los guantes, gorros y bufandas. En este caso, si tienes muchos, organízalos con separadores y nuestro consejo es que cuantos menos tengas, mejor.