Cómo lavar las almohadas y quitar las molestas manchas amarillas

Las almohadas, por mucho que las utilicemos con una funda protectora de algodón, con el paso del tiempo pueden coger un torno amarillo que indica que no están limpias. Por tanto, debemos lavarlas regularmente, pero, si ya tenemos manchas amarillas en nuestra almohada, necesitaremos algo más que un ciclo de lavado convencional para conseguir eliminarlas. 

¿Por qué cogen un tono amarillo las almohadas?

Las almohadas adquieren un tono amarillento con el paso del tiempo básicamente por 2 motivos: sudor y saliva. Aunque pensemos que solo en verano sudamos mientras dormimos no es así ya que es la forma que tiene el cuerpo para mantener una temperatura adecuada. Y, aunque la almohada tenga una funda, es inevitable que el sudor acabe llegando al tejido de la almohada y la manche. 

Por lo que respecta a la saliva, aunque nos pueda costar admitirlo, todos babeamos al dormir ya que en algún momento de la noche dormimos con la boca abierta, es normal y natural. Y, al igual que pasa con el sudor, la saliva se filtra y mancha la almohada.

En ambos casos, estos dos fluidos crean un ambiente propicio para los ácaros y las bacterias por lo que es adecuado eliminar su presencia de las almohadas. Así pues, es indispensable lavar regularmente las almohadas (como mínimo unas dos veces al año) teniendo en cuenta las características del material por si permiten un lavado a máquina o a mano. Pero, en los casos en los que nuestra almohada ya ha adquirido un tono amarillento, es necesario realizar un lavado especial para blanquearlas. Os explicamos cómo. 

Pasos para realizar un lavado blanqueador de la almohada

Para recuperar el blanco original, vamos a utilizar una taza de detergente de lavar ropa, una de detergente para lavavajillas, 1/2 taza de bórax (es un compuesto del boro con capacidades limpiadoras y desintoxicadoras) y una taza de blanqueador casero. Para conseguir este último, necesitamos mezclar bien tres litros de agua, 125 ml. de jugo de limón y 250 ml. de agua oxigenada. Y no nos olvidemos de ponernos guantes mientras preparemos todos los ingredientes.

Si nuestra almohada se puede lavar en la lavadora, elegimos un ciclo de agua caliente y con dos enjuagues. Metemos la almohada y todos los ingredientes en el cajetín y ponemos en marcha el programa.

Y, si nuestra almohada no permite el lavado a máquina, podemos llevar a cabo el proceso a mano. Solo tendremos que poner la almohada en un recipiente con agua fría y añadir una taza de la mezcla blanqueadora. La dejamos en remojo unos 5 minutos para acabar enjuagando con agua templada.