Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
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Miércoles 14 de julio de 2021
ACTUALIZADO : Miércoles 14 de julio de 2021 a las 13:12 H
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El acero inoxidable es el material más utilizado en las cocinas, tanto en las profesionales (restaurantes, hospitales, residencias, etc.), como en las domésticas. Es un material agradecido e higiénico, fácil de limpiar, además de elegante y duradero.
Aunque no precisa de demasiados cuidados para mantenerlo en buenas condiciones, sí que es necesario hacer de vez en cuando una limpieza profunda para que luzca perfecto, como el primer día, y con su brillo característico. De ello dependerá el modo en que los limpiemos.
Te explico una manera sencilla y práctica de hacerlo con productos que solemos tener en casa que, además de limpiar la superficie, hará que brille y quede desinfectada por completo.
Los expertos fabricantes de utensilios de cocina y electrodomésticos aconsejan pasar únicamente una bayeta de microfibra empapada con agua caliente y jabón para mantener estos objetos limpios y, en los casos de que haya manchas más difíciles de quitar, ayudarnos con una esponja. Nunca hay que utilizar estropajos, limpiadores en polvo o lejía, pues podrían dañar la superficie.
Si queremos que además de limpio quede desinfectado, podemos usar agua caliente con amoníaco al 1% en vez de jabón para platos.
Si aun así ha quedado alguna huella dactilar podemos recurrir a un poco de limpiacristales, o alcohol etílico o acetona, aunque con estos productos será necesario secar bien la superficie para que no queden marcas que podrían dar un resultado contrario al deseado, es decir, más sucio.