Manuela Martín
Practicopedia
Cómo limpiar las llantas del coche fácilmente
Jabón, agua, un paño y… ¡un poco de limón!
Jabón, agua y un paño. Eso es todo lo que necesitas para limpiar tus llantas y que luzcan perfectas como el primer día. Si quieres saber qué tienes que hacer para acabar con la suciedad de una de las partes que más se ensucian de nuestro coche, toma nota.
Aún recuerdas el brillo de tus llantas el día que sacarte el coche del concesionario. Si quieres que vuelvan a lucir así de limpias, es tan sencillo como seguir estos pasos.
Temperatura
Uno de los primeros consejos que debes tener en cuenta para una limpieza perfecta es la temperatura de las llantas.
Estas deben estar frías cuando vayas a limpiarlas. Es decir, si conduces hasta un punto de limpieza, tendrás que esperar unos minutos para que estas pierdan temperatura, ya que de lo contrario el resultado no será el mejor.
Agua
Lo primero que haremos será echarles abundante agua. Si vas a utilizar una manguera hazlo con una convencional, sin mucha presión, ya que las que hay disponibles en las gasolineras tienen mucha presión.
Esponja
Con la esponja humedecida conseguiremos quitar la suciedad algo más incrustada.
Es importante que la esponja sea suave para no rayar el metal.
Limpiador
Existen limpiadores específicos para limpiar llantas que recomendamos utilizar en este punto. Si no dispones de uno, puede sutilizar un limpiador contra la grasa pero que no sea excesivamente fuerte ni abrasivo para no dañar el brillo de nuestra llanta.
Deja actuar este limpiador durante unos minutos y pasado ese tiempo, retira el producto con la ayuda de la esponja humedecida de nuevo.
Jabón
Finalmente, la limpiaremos de nuevo con una esponja con agua y jabón para eliminar los posibles restos del limpiador que se queden en la llanta y puedan producir corrosión si se mantienen en la llanta durante un tiempo prolongado.
Cera
Para mantener el brillo de la llanta los expertos recomiendan también aplicar cera sintética. Se trata de una forma de proteger nuestra llanta para que sea menos vulnerable ante la suciedad.
Remedios caseros
Un remedio casero muy útil es limpiar las llantas con un poco de vinagre diluido en agua que frotaremos con una esponja suave.
Otra opción es hacerlo con zumo de limón y agua.
Con ambas opciones obtendrás mucho brillo.
Eso sí, ambas opciones servirán una vez hayamos quitado el grueso de la suciedad con los pasos que anteriormente te hemos indicado.
Si aún así siguen en mal estado, te recomendamos que acudas a un centro especialista y optes por un producto específico para llantas.