Cómo limpiar las paredes sucias sin pintar paso a paso

Aunque existen en el mercado borradores mágicos para limpiar paredes, no es un producto muy eficaz para grandes superficies. Dado que son muchos metros los que hay que limpiar, te aconsejamos que te armes de energía para llevar a cabo esta tarea. A continuación, vamos a descubrirte paso a paso cómo hacerlo de la manera más sencilla.

Debemos empezar por saber qué tipo de pared tienes ya que, si es de temple, sentimos decirte que no podrás limpiarla a fondo con agua, solo podrás quitarles el polvo con un paño, porque de lo contrario, podrías arrastrar e incluso quitar la pintura de la pared.

Pero, ¿cómo saber si la pintura de mis paredes es de temple?

Si al pasar un dedo por la pared notas como si tuviese polvo, quedándose la marca del dedo e incluso desprendiéndose algo de pintura, es temple.

Otra forma de comprobarlo es pasando un trapo humedecido, preferiblemente por una zona poco visible. Si se oscurece o se desprende pintura, también será temple.

En el caso de que hechas estas comprobaciones observes que tu pintura es de temple, debes saber que no está recomendada su limpieza en profundidad y por lo tanto te tocará pintar. En este caso, también te aconsejamos que consultes con un especialista, ya que no se puede pintar con pintura plástica encima del temple directamente, tendrías muchos problemas.

Pasos para limpiar tu pared a fondo

Si la pintura de tus paredes es de plástico estás de suerte. Podrás ahorrarte bastante dinero en pintura limpiándolas tan solo con un paño blanco, agua y jabón, ya que este tipo sí es lavable.

En el caso de las paredes de gotelé resultará un poco más complejo, pero podrás hacerlo sin problema.

Lo primero que debes hacer es retirar muebles, cuadros y todos aquellos adornos que tengas sobre las paredes para dejarlas libres. Pon toallas, sábanas viejas o cualquier otra cosa en el suelo para evitar que se manche durante la limpieza.

Para comenzar, quitaremos el polvo de la pared con la ayuda de una escoba recubierta con un trapo o con una aspiradora. Presta especial atención a los rodapiés, un lugar en el que se suele acumular mucho polvo, así como el techo y las esquinas.

Es importante que todos aquellos paños o bayetas que utilices no estén teñidos de ningún color, ya que podría manchar las paredes. Es preferible que sean blancos.

A continuación, moja el paño en un barreño con agua y jabón y comienza a limpiar de arriba a bajo siguiendo un orden para que sea más sencillo. Recuerda cambiar el agua cada cierto tiempo.

Dependiendo el color de la pared es posible que al mojarla pierda la homogeneidad de ese color. Por ello, prueba siempre antes en una zona poco visible.

Finalmente, aclara con agua limpia y abre las ventanas para que se seque correctamente.

Otros trucos de limpieza para tus paredes

Para las manchas difíciles puedes aplicar un poco de pasta de bicarbonato de sodio.

Hay personas que utilizan también un poco de amoniaco para una limpieza más profunda.  

Las pequeñas manchas pueden quitarse con la ayuda de una goma de borrar o miga de pan, pero ten cuidado de que sea una zona pequeña y poco visible, ya que de lo contrario tendrás que limpiar toda la pared.

Ciertas manchas o rayones puedes eliminarlos frotando simplemente con pasta de dientes blanca.

Y recuerda, para mantener tus paredes en perfecto estado, lo ideal es quitar las manchas en cuanto se produzcan.

¿Cuándo debo limpiar las paredes?

El mejor momento para limpiar las paredes es en primavera u otoño, ya que será necesario abrir las ventanas para que todo se seque bien.

Aprovecha una de las veces que hagas limpieza en profundidad de toda la casa para dedicarte también a las paredes, con una vez al año bastaría.