Agus Calvet
Practicopedia
Cómo limpiar zapatos de piel vuelta
Unas simples precauciones nos ayudaran a devolver el aspecto impoluto a este tipo de pieles
Si hay una prenda que puede definir cómo somos o cómo es nuestro estilo de vida, esa es el zapato. De hecho, uno de nuestros pintores más universales, Pablo Picasso, aseguran que dijo que “dame el zapato y yo dibujaré a la persona”.
Los tenemos de todo tipo, con tacón, sin tacón, anchos, estrechos y también de diversos materiales que, a la hora de limpiarlos, muchas veces nos pueden suponer un verdadero quebradero de cabeza. Sin duda, uno de los más amados, y a la par odiados, es la piel ‘vuelta’ o ante.
Pero, ¿qué es exactamente el ante? Como bien indica su otro nombre, es una piel ‘vuelta’, es decir, una piel que se pule y curte sobre la parte interior en lugar de la exterior. Suelen ser pieles procedentes de cordero, oveja o cabra, ya que son las más suaves, aunque puede haber variedades de otros animales. Ese proceso de curtido le confiere a la piel vuelta o ante un aspecto y un tacto particular pero que, a la hora de limpiar, hay que tratarlo de manera diferente al de los zapatos de piel ‘tradicionales’.
Lo primero que debemos comprobar antes de limpiar nuestros zapatos de piel vuelta es saber si son de piel auténtica. Para ello, en el etiquetado debe aparecer un símbolo de la piel dentro de un rombo.
Puede parecer obvio, pero en muchas ocasiones basta con cepillar en seco nuestros zapatos de ante para eliminar el polvo y algunas manchas superficiales. Debemos hacerlo con un cepillo de cerdas rígidas, siempre en la misma dirección desde el empeine a la puntera, de arriba hacia abajo y con delicadeza.
Si con el cepillado hemos eliminado las manchas, es hora de nutrir la piel con un producto específico que podrás encontrar en tiendas y supermercados. Suelen estar en formato espuma o en spray. Nunca debemos utilizar betún, grasas, ceras o cremas ya que se impregnarán en la piel y acabarán para siempre con el acabado mate suave característico del ante.
Al limpiar podemos encontrar, sobre todo en las puntas de los zapatos, zonas rozadas que han perdido el aspecto mate y tienen brillo. Podemos intentar solucionarlo frotando con suavidad, en forma de círculo, con un estropajo verde de los utilizados en la cocina, pero siempre en seco. Así levantaremos ligeramente la piel y disimularemos el brillo.
Si aún con los procesos anteriores seguimos teniendo manchas en nuestros zapatos de ante habrá que acudir a una limpieza aplicando humedad con un poco de jabón de lavar los platos. Lo haremos con una esponja, un paño o un cepillo ligeramente mojado para evitar manchar con gotas de agua. Frotaremos en círculo hasta que la mancha desaparezca. Tras ello aplicaremos una pasada general a todo el zapato para que se iguale la superficie humedecida y no quede cerco una vez se seque.
Procura, al final, con un trapo solo humedecido en agua limpia, eliminar los restos de jabón que queden en la piel y dejaremos secar, nunca directamente al sol o cerca de un radiador.
Tras secarse, para nutrir la piel que habrá quedado muy seca, aplicaremos un producto específico.