N. Abril
Practicopedia
Cómo mantener tus grifos en perfecto estado
N. Abril
Lunes 1 de junio de 2020
ACTUALIZADO : Miércoles 26 de agosto de 2020 a las 10:26 H
3 minutos
Soluciones y trucos para una grifería útil y limpia
Ese grifo que gotea; ese grifo con un hilo de agua; ese grifo que sale a modo aspersor; ese grifo con las juntas sucias… ese grifo, ¡ay ese grifo!
Toma buena nota porque hoy te presentamos algunas soluciones a estos problemas que son mucho más sencillas de lo que creías y que te pueden suponer un buen ahorro, tanto del agua que a veces se desperdicia, como por tener que llamar a un profesional por estas averías menores.
Lo primero que hay que mirar cuando un grifo gotea es descartar que sea por algo importante como puede ser una tubería rota, en cuyo caso las señales suelen ser mayores que ese goteo y es necesario llamar a un profesional. Si esto no es así, entonces el problema suele ser que las zapatas o zapatillas del grifo están desgastadas y cambiarlas es muy sencillo.
Pasos antigoteo
- Cierra el paso del agua para evitar sorpresas en forma de chorro de agua.
- Pon el tapón de la pila para que no se pierda ninguna pieza.
- Desenrosca la parte de arriba del grifo.
- Una vez abierto, desenrosca la tuerca interior para poder cambiar la zapatilla vieja.
- Después vuelve a montarlo todo
Mira en este vídeo cómo son cada una de las piezas y conoce además otras soluciones fáciles para tus grifos.
Trucos para tus grifos
Vigilar periódicamente las pequeñas fugas o filtraciones o que no goteen o se queden mal cerrado garantiza una grifería en buen uso y aleja posibles problemas mayores, pero si, además, los mantenemos limpios aumentamos su conservación.
Uno de los problemas más habituales es la cal del agua que se incrusta en la grifería, haciendo así que pierda brillo y aparezcan manchas difíciles. Te aconsejamos que pruebes a envolver el grifo con un paño humedecido en agua con esencia de vinagre y lo dejes actuar durante unas 12 horas. Después acláralo y sécalo con una gamuza. La cal ha desaparecido.
Si, además, quieres que tus grifos de acero inoxidable brillen como si fueran nuevos, límpialos con unas gotas de alcohol de quemar y abrillántalos con un paño.
Para terminar este repaso a nuestros grifos compartimos un par de trucos que hemos aprendido:
- SOS mi grifo gotea y no puedo arreglarlo: si no te ha servido nuestra fórmula antigoteo y tienes que llamar a un fontanero, no aguantes más ese goteo constante que pone a prueba tus nervios: ata un hilo al grifo para que la gota se deslice por él y no haga ruido.
- Me voy de mi segunda residencia y… tus grifos van a estar mucho tiempo sin ser usados. Coge un algodón y úntalos con un poco de vaselina. De esta manera evitas que se oxiden. Luego solo tienes que limpiarlos cuando vuelvas antes de utilizarlos.
Grifos en perfecto estado de revisión.