Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorYa sea pensando en tus plantas de interior o al aire libre, mantenerlas sanas y bonitas puede ser todo un reto. Sin embargo, existe una gran cantidad de productos que todos tenemos en casa y podemos aprovechar en beneficio de nuestras plantas. Uno de los que más usos tiene y es muy sencillo de conseguir es el vinagre.
El vinagre es un gran aliado en el hogar, no solo para cocinar. Sino también en temas de limpieza y nuestro jardín. Puesto que el vinagre es ácido, nos puede ayudar a regular el pH de la tierra de las plantas y, además, es antiséptico, por lo que podemos tratar o prevenir algunas plagas y enfermedades.
En realidad, el vinagre cuenta con una gran lista de propiedades beneficiosas: es antiséptico, antibacteriano, regulador del pH, antioxidante, y anticalficiante. Por ello puede utilizarse para neutralizar la cal del agua y aumentar su acidez, de forma que podamos usar agua corriente para regar nuestras plantas más delicadas en este aspecto. Y permite tanto enriquecer el suelo como hacerlo algo más ácido, y para ello es recomendable diluirlo primero en agua y pulverizarlo, después, sobre la zona a tratar.
La acidez del vinagre juega el papel principal en la eliminación de las hierbas no deseadas que crecen en nuestro jardín o macetas. El ácido del vinagre rompe las paredes celulares y elimina la humedad de las malas hierbas, provocando su muerte. Por ello, los vinagres que usamos en la cocina, como el vinagre blanco, contienen un nivel de acidez que puede ayudar a eliminar las malas hierbas sin afectar las plantas circundantes.
Aún así, es importante tener precaución, porque aunque el vinagre mata las malas hierbas, se considera un herbicida no selectivo. Esto significa que matará la maleza que ya está creciendo, pero hay que tener cuidado porque matará cualquier otra planta con la que entre en contacto. Además, debemos aplicar vinagre a las malas hierbas en un día soleado. Si está nublado o las hojas están mojadas, mejor esperemos, porque la luz del sol quemará las hojas que hayan entrado en contacto con el vinagre.
También podemos utilizarlo para desinfectar recipientes y herramientas que usamos en jardinería, por ejemplo, si queremos limpiar una maceta antes de reutilizarla con otra planta. En este caso, no será necesario diluirlo con agua.
Y el uso de vinagre blanco sin diluir alrededor de un hormiguero localizado, o bien alrededor de determinadas zonas a las que no queremos que se acerquen las hormigas, hará que éstas abandonen la zona.