Te desvelamos el secreto para poder desayunar pan de pueblo todos los días

Un poco de pan con aceite. Tan sencillo como eso puede ser uno de los mejores y más sanos desayunos que podamos tomar. Pero ¿dónde y cómo puedo consumir un buen pan?

Los panes de pueblo no son fáciles de encontrar en las grandes ciudades. Estos panes recogen técnicas y costumbres tradicionales que dan como resultados auténticas obras de arte culinarias. En España se calcula que hay más de 300 variedades de panes de pueblo, en los que se combinan tiempos y harinas diferentes que dan como resultado sabores, texturas y colores particulares de cada lugar.

El pan es un alimento muy saludable que, aunque no es imprescindible en nuestra dieta diaria, sí es cierto que al consumirlo estamos incorporando fibra, vitaminas y minerales, todos ellos, necesarios para nuestro organismo.

En la actualidad, a pesar de que el consumo de este alimento ha sufrido un descenso en los últimos años, lo cierto es que sí ha aumentado el consumo de cierto tipo de pan respecto a los que veníamos consumiendo tradicionalmente. Ahora el consumidor busca panes especiales y artesanos como pueden ser los de avena, centeno o espelta entre otros, por ello, la variedad que se ofrece es mucho mayor.

No obstante, el precio de este tipo de panes especiales es mayor y por ello, sigue primando el consumo de aquellos panes que se realizan de manera rápida y sin dejar a la levadura fermentar como debiera, cuyo precio es inferior.

Y ¿a qué nos referimos cuando hablamos de pan de pueblo? La clave del plan de pueblo está en el uso de la masa madre y largo proceso de fermentación.

Masa madre y fermentación

Cada vez encontramos más sitios en los que nos venden panes de masa madre. Sin duda, está de moda y son la clave de los panes de pueblo.

La masa madre es un fermento compuesto de agua y harina, sin levaduras añadidas, pero con las bacterias y levaduras presentes de forma natural en las harinas, que provocan la fermentación.

Hasta tener a punto esta masa pueden pasar hasta cinco días, ya que es necesario ir alimentando este proceso para mantenerlo en el tiempo.

Este tipo de masa dará lugar a panes con migas más húmedas y sabrosas, un sabor más potente y una corteza crujiente.

Respecto a la fermentación, tiene que durar el tiempo necesario.

En la actualidad priman las prisas y por ello, muchos de los panes que encontramos hoy en día no han respetado los tiempos de fermentación ya que el principal objetivo es el de producir en masa para cubrir la demanda a un bajo coste.

¿Cómo puedo conservar el pan de pueblo?

La mejor forma es comprarlo en uno de nuestros viajes y congelarlos casi recién comprados, bien entero, por trozos o en rebanadas. Para descongelarlo existen tres formas:

• Microondas: introduce el pan en el microondas con una taza de agua al lado a temperatura media durante 40 segundos aproximadamente. Puedes finalizar con un poco de horno durante un minuto.
• Horno: pon el pan en la rejilla y un recipiente con agua en la parte inferior del horno. Hornéalo durante 5 minutos a temperatura media con la puerta del horno entreabierta.
• Temperatura ambiente: saca el pan del congelador y deja que se descongele simplemente con un paño por encima. Esparce un poco de agua por encima y hornéalo durante 5 minutos en el horno.

 Si no puedes ir al pueblo a por una buena pieza, siempre puedes probar a hacer tu propio pan en casa.