Manuela Martín
Practicopedia
Cómo saber cuándo una piña está en su punto
Hojas verdes, cuerpo amarillo y olor suave a piña, principales aspectos a tener en cuenta
La piña es uno de los alimentos navideños por excelencia, además de por ser una fruta de invierno con multitud de propiedades digestivas, encaja a la perfección en numerosos platos, tanto dulces como salados, que sorprenderán a tus invitados.
La mayoría de las piñas que consumimos en nuestro país proceden de América Central. Cuentan con una media de 25 días desde que se recolectan hasta que las vemos en los puntos de venta. Y una vez ahí, ¿cómo sabemos cuándo está en su punto para comerla?
Dado que es una fruta que se sigue ablandando una vez cosechada, es importante analizarla para saber si está poco o muy madura, o lo ideal, en su punto.
El mejor truco para elegir una piña madura es tirar de una de sus hojas centrales. Si se desprende con facilidad, estará en su punto. Además, el resto de las hojas deberán ser de color verde.
Otra opción para saber su está en su punto es a través de su olor. Debe notarse un olor suave a piña y ser dulzón. Si no huele, no estará madura aún y si huele demasiado fuerte o fermentada es que está pasada.
La piña debe pesar. Ese será otro de los rasgos en los que nos tendremos que fijar al comprarla.
Respecto al color, cuanto más amarilla más madura estará.
Al coger una piña deberá ser consistente y no se deberá hundir al apretar con los dedos ya que, en ese caso, estaría pasada. Igualmente, si suda o expulsa un ligero líquido por la base, significa que esa piña está demasiado madura y, por lo tanto, no deberíamos comprarla.
Para cortarla fácilmente, lo mejor es utilizar el cuchillo de sierra del pan. Y, una vez abierta, debemos conservarla en la nevera con papel de aluminio. Es recomendable consumirla cuanto antes ya que su jugosidad desaparece rápidamente.
Facilita la digestión
Las piñas contienen una enzima (bromelia) que ayuda a digerir las proteínas presentes en carnes, embutidos, quesos y muchos otros de los alimentos que consumimos especialmente durante las navidades.
Es una fruta rica en fibra, potasio y agua, ayudándonos a hacer mejor la digestión y prevenir el estreñimiento. Además, tiene efecto hidratante y diurético.
Ayuda a regular los niveles de colesterol y a aumentar la sensación de saciedad, con lo cual, es ideal para bajar de peso y controlarnos cuando nos excedemos comiendo.
Sin duda, un producto con el que deleitar a nuestros invitados en platos como ensalada de langostinos con piña, piña rellena, pollo a la piña, milhojas de piña o piña asada, entre muchos otros.