Carlos Blanco Cocho
Practicopedia
¿Cómo purgar los radiadores antes de la llegada del frío?
Carlos Blanco Cocho
Foto: Big Stock
Domingo 27 de noviembre de 2022
ACTUALIZADO : Domingo 27 de noviembre de 2022 a las 8:52 H
4 minutos
Es una tarea de mantenimiento clave para el funcionamiento y la conservación del sistema
Aunque este año está costando, el frío se acerca cada vez más y más a nuestra puerta. Los meses de invierno se encuentran a la vuelta de la esquina y, si existe algo que queramos que funcione bien durante ese periodo, eso es, sin duda, el sistema de calefacción. Hay que cerciorarse de que la caldera marcha correctamente, de que no existen fugas de ninguna clase y, además, de que no se han formado bolsas de aire en el interior de los conductos de los radiadores.
Esto último es clave. Purgar las tuberías de estas bolsas puede ayudarnos a optimizar el rendimiento de la calefacción, a reducir el consumo energético de nuestro hogar y, en consecuencia, a ahorrar esos euros que tan bien vienen a final de mes. Por todo ello, antes de que nos pongamos a utilizar el sistema de manera asidua, no hay que olvidar purgar los radiadores, máxime teniendo en cuenta que las prolongadas vacaciones de las que disfrutan durante los meses de verano favorecen la formación de bolsas.
Existen dos tipos de purgadores. Por un lado, tenemos los automáticos, que funcionan solos. En otras palabras, basta con encenderlos para que den buena cuenta de estas bolsas de aire y preparen los radiadores para que calienten de manera óptima durante todo el invierno. Por otro, están los purgadores manuales, que debemos manipular nosotros mismos. Y, ¿cómo darse cuenta de que nuestro radiador efectivamente tiene bolsas de aire? Se puede comprobar de dos maneras: juntando el oído al radiador y comprobando si hay algún ruido extraño, como un gorgoteo; o poniendo la mano sobre la parte superior y viendo si está fría.
La clave: verificar si hay bolsas de aire
En caso de que haya bolsas, la hoja de ruta será la siguiente: primero, apagar la calefacción y dejar que se enfríe. De esta manera, la bomba de la caldera dejará de mover el agua y el aire por todo el circuito. Después, cerramos la llave de paso de agua de cada uno de los calentadores. Es conveniente que comencemos desde el que se encuentra más próximo a la caldera, ya que resulta más sencillo si seguimos el flujo de agua dentro del circuito.
Cuando ya estén hechos estos pasos previos, echaremos mano de un destornillador o una llave inglesa -herramientas que hemos de verificar que sirven para este propósito- y giraremos la válvula del purgado hasta que mire hacia arriba. En este momento, el aire se introducirá por el sistema del purgador y, poco a poco, abandonará el interior. Sabremos que ya no queda más cuando, de la válvula, comience a salir líquido. Poner un recipiente puede ser una buena medida para que no nos estropee el parqué. Repetimos el proceso en todos los radiadores de la casa.
Antes de volver a encender la calefacción, tendremos que cuidarnos de que la presión interna del sistema no se encuentre fuera del intervalo recomendado. Generalmente debe hallarse entre el bar y el bar y medio de presión. Si vemos que, a pesar de todo, no conseguimos que se caliente la casa, puede ocurrir que el problema no sean las bolsas aires, sino que exista un desequilibro en el sistema de reparto hidraúlico del sistema.