Manuela Martín
Practicopedia
Cómo quitar las manchas de óxido del suelo
El bicarbonato o el limón nos ayudarán a reblandecer la mancha para limpiarla con facilidad
Las manchas de óxido pueden aparecer en cualquier tipo de suelo y eliminarlas no siempre es sencillo. Sin embargo, existen algunos remedios caseros que pueden ayudarnos a acabar con estas antiestéticas manchas. A continuación, te contamos algunos de ellos.
Por norma habitual los materiales de suelo en los que se suele generar óxido, debido a diferentes factores, son gres cerámico, porcelánico, mármol, terrazo o gres, aunque también puede darse en otro tipo de suelos más porosos, como por ejemplo granito u hormigón.
Ácido oxálico
Este producto hará que el suelo se acidifique logrando que el óxido se despegue bien de la superficie y puedas retirarlo. Para su uso, espolvorearemos un poco de este producto e, inmediatamente, echaremos sobre la mancha un trapo humedecido en agua caliente.
Aclara el suelo las veces que consideres necesario hasta conseguir eliminar el óxido por completo.
Se trata de un producto muy fuerte, con lo cual, es importante tomar precauciones y no excedernos en su uso.
Bicarbonato de sodio
Se trata de un producto con multitud de propiedades antisépticas, antibacterianas, exfoliante y blanqueantes y, por lo tanto, perfecto para eliminar el óxido y devolver a tu suelo su aspecto brillante y limpio del primer día.
Espolvorearemos la zona oxidada con el bicarbonato de sodio y añadiremos unas gotitas de agua para formar la pasta.
Con un cepillo de dientes frotaremos en la zona con fuerza hasta que desaparezca. Finalmente, lo enjuagaremos y limpiaremos como habitualmente.
Limón y bórax
El limón tiene una gran capacidad desinfectante, exfoliante y blanqueante, que facilita que las partes oxidadas se reblandezcan y se pueda limpiar mejor. Además, el ácido bórico o bórax acidificará el óxido facilitando la tarea de eliminarlo.
Haz un poco de zumo de limón y mézclalo con 2 cucharadas de ácido bórico. Aplícalo en la zona manchada y frota fuerte.
Sal y limón
Para eliminar el oxido del suelo, uno de los primeros trucos caseros que te proponemos es con sal y limón.
Tendremos que exprimir zumo de limón sobre la mancha. A continuación, espolvorearemos un puñado de sal sobre el óxido, convirtiéndolo en un fuerte abrasivo. Frota con un cepillo con fuerza hasta que el óxido desaparezca.
Vinagre blanco
El vinagre blanco tiene multitud de usos en la limpieza del hogar. En este caso, también es perfecto para acabar con el óxido.
Para su uso tendremos que aplicar un chorro de vinagre sobre la mancha y dejarlo actuar un par de horas.
Cuando veamos que se va secando, iremos aplicando un poco más. De nuevo, frotaremos con un cepillo de dientes viejo. Finalmente, enjuagaremos la zona.