Así puedes acabar con los rayones en tus muebles de madera

La madera es uno de los materiales que no faltan en las viviendas de la mayoría de los españoles, ya sea en el suelo o en algún mueble de la casa. El problema de este material es que es propenso a sufrir rayones y marcas que aparentemente son imposibles o difíciles de eliminar. 

Pero no hay nada como un truco casero para poner fin a los arañazos que sufre este tipo de material. Lo único que necesitamos es vinagre blanco de limpieza y aceite de oliva o de girasol. Solo hay que mezclar estos dos ingredientes en las mismas cantidades y mezclarlo bien.

Después solo hay que mezclar un paño de microfibra con esta mezcla y aplicarlo en los rayones que tengan los muebles en cuestión. Es importante hacerlo con movimientos circulares para que estas marcas desaparezcan.

Esta mezcla es más efectiva en determinados muebles como las patas de las sillas, armarios, puertas, mesas o cajones. Y lo mejor de todo: no huele ni destiñe el material dejando otra marca o color extraño.

Otros trucos

El vinagre y el aceite de oliva no son los únicos productos que pueden solucionarlos este problema. Este último material se puede mezclar también con una cucharada de café, misma cantidad que el aceite. El proceso sería exactamente el mismo: mezclar en un bol estos productos, mojar un paño de microfibra y aplicarlo en la marca en cuestión.

El vinagre, por su parte, se puede reutilizar con el té negro. En este caso las medidas son diferentes. Necesitamos dos bolsas de té negro y cinco cucharaditas de vinagre blanco. Con el vinagre tibio y cuando las bolsas de té hayan soltado el color tan característico de este producto, hay que añadir una cucharada de aceite de oliva. Se remueve todo bien, y se repite el mismo proceso que ya hemos contado.

Por último, la nuez natural o en su defecto, su aceite, también puede solucionar el problema de los rayones. En ese caso, no es necesario mezclarlo con otros productos. Solo hay que frotar la nuez directamente sobre la marca, y desaparecerá.

Cómo limpiar las puertas y ventanas de madera sin dañarlas

Las puertas y ventanas de madera, al igual que otras zonas de nuestro hogar, necesitan de un cuidado específico para no dañarlas, y eso también incluye la limpieza. Y es que un aspecto clave de la limpieza en general que debemos recordar siempre es que no podemos usar los mismos métodos para todo si queremos que las cosas permanezcan en buen estado el mayor tiempo posible. 

En el caso de las puertas y las ventanas de madera, hay distintas formas de limpiarlas en función del tipo que sean, por ejemplo, si están barnizadas o no; o si preferimos utilizar productos de supermercado o algunos que tengamos por casa. En cualquier caso, desde Conforama y Brico-Valera reúnen una serie de consejos para conseguir una limpieza perfecta, sin importar nuestras preferencias. 

En el caso de las puertas de madera, lo primero que deberemos hacer es quitar el polvo, ya que este es uno de los factores, junto con el contacto, que más ensucia diariamente. Para ello, podemos utilizar un plumero o un paño de microfibra, sin necesidad de emplear ningún producto. Seguidamente, eliminaremos las huellas y posibles manchas con jabón y agua tibia, usando paños que no sean de superficie dura para no rayar la superficie. También podemos utilizar una mezcla de amoniaco y agua, vinagre blanco y aceite de oliva, o vinagre y agua.

Para las manchas de grasa, también podemos usar polvos de talco, aplicándolos sobre la grasa durante unos minutos y limpiándolos con un trapo humedecido en agua y jabón. Y para las de vino, si son recientes, podemos utilizar un tapón de corcho para absorber el líquido y después pasar un trapo para secarla. Si lleva más tiempo, será mejor empapar un paño con mayonesa y frotarla en círculos hasta que la mancha desaparezca, para después pasar un paño seco. 

No olvides secar la zona en todos estos casos y limpiar siempre en la dirección de las vetas. Acuérdate también de limpiar debajo de las puertas. Podemos usar, por ejemplo, un secador o introducir un papel en la parte inferior para poder barrer la zona. También podremos aplicar un líquido abrillantador (del mismo tono que el de la puerta) después de todo este proceso. En cuanto a la frecuencia que debemos limpiar las puertas de madera, lo recomendable son unas dos veces al mes. 

En el caso de las maderas barnizadas, el proceso de retirada de polvo será el mismo, aunque tendremos que tener especial cuidado para no rayar la superficie. 

Ventanas de madera

En el caso de las ventanas de madera, el barniz es clave para su mantenimiento, ya que no solo da brillo y lustre, sino que además refuerza la resistencia de la madera. 

Del mismo modo que con las puertas, lo primero será limpiar el polvo y las huellas dejadas por los dedos, empleando una bayeta suave o alguna ligeramente húmeda. En el caso de necesitar limpiar una mancha, podremos utilizar una mezcla de agua y vinagre (una cucharada de vinagre por cada litro de agua). 

Ante todo, es importante no utilizar materiales abrasivos o bayetas demasiado duras, que podrían arañar, desconchar la pintura o eliminar el barniz. Y no te olvides de ninguna parte, es decir, limpia también las persianas, manillas y bisagras, para un correcto funcionamiento.