El huevoes un alimento con el que hay que tener mucho cuidado, ya que si se consumen en mal estado corremos el riesgo de sufrir una intoxicación, de ahí que sea importante conocer en qué estado se encuentran antes de consumirlo.
Es importante que sepas que los huevos caducan a la cuarta semana de haberlos puesto la gallina. A partir de ese momento, hay que tener precaución en su consumo, especialmente a partir de la sexta semana.
En cualquier caso, hay una serie de trucos que puedes seguir para saber si son aptos para consumir o no:
Atento al movimiento
La primera forma para saber si un huevo no está en condiciones de comerlo es agitándolo. Si al mover de un lado a otro un huevo crudo escuchamos como la yema golpetea con la cáscara, estará en mal estado. En el caso de que esté bien, no deberíamos notar nada al moverlo.
El agua
Este truco no falla. Solo tienes que sumergir el huevo en un vaso de agua con un poco de sal. Si se queda pegado al fondo, está en buen estado, mientras que si flota, lo mejor es tirarlo.
Sí, por el contrario, observas que el huevo se hunde lentamente y se queda en el fondo inclinado o de pie por completo, el huevo no estará fresco, aunque aún será apto para el consumo.
En el caso de que el huevo se quede flotando levemente, significará que está en mal estado y no deberías consumirlo y si se queda flotando en la superficie por completo, querrá decir que está totalmente podrido. El que flote se debe a los gases que generan la materia orgánica al descomponerse.
Por último, un aviso importante. Aunque todas nuestras neveras vengan con una sección específica para poner los huevos o bien haya unas hueveras monísimas en el mercado, debes saber que la mejor forma de conservarlos es en su cartón original y siempre en un lugar fresco y seco.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.