Cómo secar tus prendas de lana

Te contamos unos sencillos pasos para que tu ropa de lana luzca y huela como nueva durante mucho tiempo.

Lo más importante es tener en cuenta que después de lavar la ropa de lana, se recomienda que las prendas, en particular las prendas de punto, como los suéteres, se sequen en posición horizontal, a menos que la etiqueta de la prenda indique que se puede secar en la secadora. 

La ropa tejida, como los pantalones de traje a medida o las chaquetas, se puede colgar en una percha y secar fuera con la luz solar. El secado al aire no solo ahorra en la factura de energía y electricidad, sino que también tiene menos impacto en el medio ambiente.

Pero debes secar con cuidado la ropa de lana, colocándola en posición horizontal, extendida sobre una toalla blanca o de color pálido y que no tenga pelusa. También puedes colocarla sobre tu tendedero plegable o encontrar estantes de malla especiales para el secado de prendas, que tienden a acelerar el proceso y ponerlos en la bañera.

Fotografía: Amazon

Cuando coloques la prenda sobre una toalla para que se seque, amásela suavemente con la mano para darle forma y tamaño, elimina la mayor cantidad posible de arrugas o pliegues y deja que la prenda se seque al aire de forma natural. 

Que cosas debes evitar al secar la lana

Al secar tus prendas de lana, evita la luz solar o un calor muy directo. Evita colocar la prenda sobre un radiador para que se seque. La parte que se dobla sobre el área superior del radiador tiende a secarse más rápido y puede hacer que el color cambie o incluso dañar la prenda en esta zona.

Tampoco debes colgar la prenda en una percha porque puede hacer que se estire debido al peso de la humedad contenida en el punto, con el resultado de que la prenda crece en longitud y pierde su forma.

Siempre es mejor verificar la etiqueta de cuidados de cualquier producto de lana antes del lavado. Si tu suéter de lana, pantalones de lana o cualquier otra prenda tiene una etiqueta que dice "solo limpieza en seco", entonces la prenda debe llevarse a una tintorería profesional para garantizar que se mantenga su calidad. Aunque hoy en día, muchas prendas de lana pueden lavarse en una lavadora doméstica.