Verónica Mollejo
Cómo
Cuáles son las pautas para comprobar si estás en una relación tóxica
Verónica Mollejo
Foto: Bigstockphoto
Lunes 11 de noviembre de 2019
ACTUALIZADO : Lunes 11 de noviembre de 2019 a las 0:38 H
6 minutos
Este tipo de relaciones provocan un bajo rendimiento laboral o un distanciamiento de la familia
El objetivo de mantener una relación sentimental es obtener la felicidad en pareja, compartir tu vida con esa persona con la que has establecido un punto de unión que os satisface a ambos y alcanzar la madurez afectiva conociendo y aceptando los gustos, las aficiones, las metas y los sentimientos de tu semejante. Sin embargo, a veces este tipo de idilios pueden esconder una situación mucho más alarmante, donde el egoísmo y la inseguridad acaparan todo el protagonismo.
Hablamos de las relaciones tóxicas, un vínculo que aporta a ambos individuos aspectos totalmente contrarios a los expuestos anteriormente y que tiene su origen en múltiples causas. Entre ellas destacan una baja autoestima, el miedo a lo que puede aportarte en un futuro dicha relación, el pánico a la soledad, la dependencia emocional o, como ya hemos visto, un sentimiento muy acuciado de inseguridad.
Además, también es posible que uno de los miembros de la pareja sienta que su compañero le necesita para arreglar sus problemas, que es su salvador, lo que hace aún más mella en su estado de ánimo y autoestima, que acaban literalmente por los suelos. Bajo esta premisa, ¿qué aspectos caracterizan a una relación tóxica?
Cómo identificar una relación tóxica
"Una relación de pareja tóxica es precisamente eso, una relación que te va contaminando y va haciéndote cambiar a peor, tu autoestima va decayendo junto a tu estado de ánimo, vas alejándote de las cosas que te gustan, hay peleas frecuentes con la pareja que te agotan cada vez más, hasta que te das cuenta que estás atrapada/o en esa relación", explican desde el Centro Psicológico CEPSIM (@MadridTerapeuta). Sin embargo, estos no son los únicos elementos que definen este tipo de relación:
- Uno de los signos más frecuentes es el control que ejerce sobre ti tu pareja. Necesita saber en todo momento dónde estás, con quién, tus horarios, los motivos de tus compras e incluso a veces decide echar un vistazo a tu teléfono móvil u ordenador. Además, siempre se justifica asegurando que lo hace por tu bien.
- Si pasas tiempo con alguien del sexo opuesto, notas que tu pareja se muestra demasiado celosa y obsesiva, obligándote de algún modo a dejar de hacerlo en el futuro.
- El chantaje emocional suele ser su principal herramienta, la cual utiliza constantemente para conseguir que hagas lo que él o ella quiere. Y si no lo consigue, se enfada. Algo que se aleja totalmente de una relación sana, pues cada persona debe ser libre de tomar sus propias decisiones.
- Las relaciones sexuales ya no son lo que eran. Se han vuelto insatisfactorias y poco frecuentes.
- Otro aspecto en el que debes fijarte es si tu pareja te descalifica habitualmente, ya sea de manera directa o indirecta, remarcando también las cosas que, según su parecer, no haces bien. Esto hace que se sienta superior a ti.
- Como dicen los expertos, las relaciones tóxicas consiguen que las víctimas vayan restringiendo su personalidad poco a poco, dejan de tener opinión propia por miedo a la reacción de su pareja y pierden interés por aquello que antes les entusiasmaba.
- En las discusiones lo normal es que tú termines por ceder porque, de lo contrario te arriesgas a que tu pareja esté sin hablarte varios días. Además, cuando se trata de un problema tuyo, deja en evidencia su capacidad para dar la vuelta a la situación y hacerte sentir culpable.
Una vez expuestas todas estas señales, que son solo una pequeña parte de lo que puede ocurrir en una relación tóxica, es importante aclarar que cualquier persona puede tener este tipo de actitudes en algún momento. Por lo que es preciso hacer autocrítica y valorar la situación para resolverla de una vez por todas.
Ya es hora de salir de una relación tóxica
El primer paso para dejar atrás esa relación tóxica que te está consumiendo es reconocerla, aceptar que estás sufriendo y que dicho vínculo ya no te proporciona ningún beneficio, más bien todo lo contrario. Una vez aceptada la situación, puedes hablarlo con tu pareja, exponerle la cosas que no te gustan y ver si está dispuesta a cambiarlas. Puede hacerlo por sí solo o recurriendo a una terapia de pareja.
Si no se da este caso, es el momento de acabar con vuestra unión de una vez por todas, pues "tu calidad de vida es directamente proporcional a la calidad de tus emociones. Tu salud emocional y mental es lo más importante, no lo alargues, sal de ahí y comienza una nueva vida, porque todo sigue y todo llega. Créete que mereces más", aconsejan desde CEPSIM.
Asi, tu próximo objetivo debe ser recuperar la confianza en ti mismo, apostar por tu desarrollo personal y no dejar que los malos recuerdos del pasado hagan mella en tu futuro. Te mereces ser feliz.