Los aparatos más innovadores y eficaces para limpiar los cristales con menos esfuerzo

Unas ventanas bien limpias, sin polvo, partículas de polución o marcas en el cristal provocadas por el agua, es algo que mejora de manera importante el aspecto de cualquier vivienda y que todos sabemos apreciar, pero mantener los cristales impecables, supone un trabajo, no siempre sencillo, cuyos resultados suelen durar poco.

Especialmente en estancias con grandes ventanales o que cuentan con ventanas de difícil acceso, la tarea se complica y para una persona mayor puede suponer un gran esfuerzo. Hacer movimientos bruscos o que acaben en malas posturas por intentar llegar a cada una de las esquinas de una ventana, puede provocar tirones musculares o agravar alguna dolencia articular. A esta realidad, hay que sumar el peligro que puede implicar subir a una escalera o a superficie inestable para lograr llegar al “dichoso” cristal, algo que supone un riesgo de caída que siempre hay que evitar.

Ahora puedes encontrar aparatos que realmente facilitan la labor, desde pequeños aspiradores portátiles, que limpian y secan casi de forma inmediata, hasta innovadores robots que trabajan casi con total autonomía. Algunos de ellos, quizá, podrían venirte bien.

Pequeños “inventos” de lo más prácticos. ¿Cuál elegir?

Si quieres dejar atrás el método tradicional de limpieza de superficies de cristal, es decir, vaporizador con producto al uso + trapo, y optar por algún aparato que te ahorre tiempo y esfuerzo, antes de decidirte por uno debes valorar los pros y contras de cada uno de ello y elegir aquel que realmente te haga falta. Piensa en el número, tamaño y disposición de las ventanas de tu casa, para tener claro cuál de estos modernos aparatos es el más adecuado para tus necesidades. En general, estos pequeños electrodomésticos pueden dividirse en tres grandes grupos:

Limpiacristales eléctricos (aspiradoras)

Son los más básicos, pero resultan muy eficaces y, tal vez, sean justo lo que necesitas. En realidad, son una versión bastante más cómoda y avanzada del clásico instrumento utilizado (toda la vida) para limpiar los cristales, que incorpora una esponja con la que aplicar el agua y el jabón y una tira de goma para retirarla. Los limpiacristales eléctricos hacen lo mismo, pero de manera más rápida y con mejores resultados. Funcionan con baterías y generalmente cuentan con un depósito para el agua limpia y otro para la recogida de aquella que han ido succionando a medida que el cristal va quedando limpio y seco.

Tienes muchos modelos de este tipo y la hora de adquirir uno debes fijarte en un detalle importante como por ejemplo:

• Su peso. Debe resultarte manejable para no acabar con los brazos igual de doloridos (o más) que si hubieses realizado el trabajo manualmente.
• La autonomía de la batería. Es importante que dure lo suficiente para no tener que recargar a mitad de la limpieza.
• La potencia. De ella depende la capacidad de succión y el secado perfecto que deje los cristales impecables.
• Accesorios. Por ejemplo, si necesitas limpiar ventanas altas, necesitarás un elemento alargador en el que el aspirador quede perfectamente encajado permitiéndote alcanzar las zonas más elevadas sin esfuerzo.

Vaporetas de mano

El vapor es un elemento realmente eficaz e higiénico a la hora de realizar la limpieza de la casa. Tienes equipos de este tipo que posibilitan mútiples funciones, pero si buscas uno para pequeños trabajos, como dar brillo a los azulejos o dejar tus cristales impecables, hay modelos “de mano”, ligeros y eficaces, especialmente pensados para estas tareas. Resultan especialmente prácticos para llegar a rincones o esquinas de difícil acceso. Funcionan igual que las vaporetas de mayor tamaño y capacidad. Solo hay que incorporar el agua y seleccionar la potencia para la salida del vapor, que ejercerá su función limpiadora y desinfectante allí donde lo apliques.

Debes tener en cuenta que estos aparatos están pensados para superficies de cristal a las que tengas fácil acceso. Si quieres dejar tus cristales perfectos con vapor, pero tienes ventanas a las que te cuesta llegar por sus dimensiones o ubicación en altura, necesitarás un accesorio específico, con el que cuentan la mayoría de modelos de vaporetas de “escoba” (verticales) o de “trineo” (con ruedas). En estos casos, una "de mano" no sería la más aconsejable.

Robots limpiacristales

Son una tercera y excelente opción aunque, de momento, estos innovadores aparatos tienen un precio elevado. Los robots limpiacristales son muy sencillos de utilizar. Prácticamente solo necesitas ponerlo en funcionamiento y colocarlo en la superficie que quieras limpiar. Pueden pasar, retirando la suciedad del cristal de una ventana, tanto en el interior de la vivienda como por fuera, ya que avanzan permaneciendo, en todo momento, adheridos a la superficie. La avanzada tecnología de algunos modelos permite que puedas programarlos, para que limpien en la dirección que deseas, o que incluso sea posible modificar sus movimientos o su velocidad, sobre la marcha, por medio de un mando a distancia.

Algunos de estos robots funcionan también en otras superficies resultando, por tanto, más versátiles y aprovechables. Como ocurre con cualquier otro producto, hay detalles de calidad que diferencian unos modelos de otros: nivel de autonomía de su batería, capacidad para detectar los bordes de las ventanas o posibles obstáculos en su camino, velocidad, nivel de ruido…

Tecnología aplicada a un mejor mantenimiento del hogar que ofrece distintas opciones para que limpiar los cristales de la casa resulte una tarea bastante más sencilla, especialmente para las personas mayores.