Mariola Báez
Cómo
¿No termina de salirte bien la cebolla caramelizada? Así te quedará en su punto
Parece fácil pero tiene “truco”: la cantidad de azúcar y el tiempo de cocción son dos de las claves
La cebolla caramelizada es una guarnición, ideal para numerosos platos, que puedes preparar de forma sencilla pero con suficiente tiempo. Si pretendes hacerla en 5 minutos, tendrás cebolla frita con azúcar, y no es lo mismo.
Como señala la Fundación Española de Nutrición (@FENnutricion) existen multitud de variedades de cebolla y todas cuentan con buenas propiedades, entre ellas, su capacidad para ayudar a regular el tránsito intestinal, dado su interesante aporte en fibra. Para caramelizar, las cebollas más apropiadas son las blancas y dulces, aunque también las más pequeñas (cebollitas francesas) pueden quedar muy ricas, colaborando, además, en una excelente presentación de distintos platos.
Cómo caramelizar la cebolla paso a paso
A la hora de pensar en los ingredientes básicos, deberás calcular 1 cucharada sopera de azúcar, o algo más (si la quieres muy dulce) por cada cebolla de tamaño medio – grande. Además, vas a necesitar, aceite de oliva virgen y un chorrito de vinagre de Módena.
- Para empezar, corta la cebolla en tiras (juliana), desechando la primera capa, la más dura.
- Pon una mínima cantidad de aceite a calentar en la sartén y, cuando esté templada, incorpora la cebolla con un pellizco de sal. El secreto de esta receta está en dejar que la cebolla se vaya haciendo a fuego lento. La hortaliza debe ir soltando, poco a poco, todos sus jugos, sin tostarse o quemarse en ningún momento. Si utilizas cocina de gas, baja el fuego todo lo posible y si usas vitrocerámica. ponla al nivel 2 – 3 como máximo.
- Para caramelizar la cebolla debes mantenerla en proceso de cocción unos 30 – 40 minutos (depede de la cantidad y grosor de las tiras). La sartén ha de estar con tapa y solo tienes que levantarla para remover de vez en cuando.
- Pasado este tiempo, verás que la cebolla está transparente, blanda pero entera. Es el momento de añadir el azúcar. Hazlo y, en un primer momento, sube el fuego, precisamente para que el azúcar caramelice y no quede disuelta en los líquidos como si fuese un almíbar. Dos o tres minutos de calor potente, removiendo con cuchara de madera (o moviendo únicamente la sartén) es suficiente.
- En el último momento, añade el vinagre (sin pasarte), deja un minuto extra, retira del fuego y ya tienes la cebolla dulce y en su punto para acompañar cualquier plato. Va especialmente bien con los de carnes: pollo, pavo, ternera, cerdo o con recetas de caza y también puedes utilizarla para darle un toque original a canapés, empanadillas, croquetas y un sinfín de originales propuestas