Cómo aliviar el picor de garganta con estos sencillos remedios

El dolor de garganta suele ser indicador de una infección o un simple resfriado. Esta molestia puede proceder de distintas causas como la irritación, si viene acompañada de tos, o la sequedad, si va asociada a una deshidratación. Por este motivo, los principales remedios para un dolor puntual de garganta irán enfocados a humedecer y aliviar la cavidad interna de nuestro cuello. Aquí te dejamos algunos de los más accesibles y eficaces.  

Beber mucho, pero no de todo

La forma más rápida de rehidratarse es ingerir líquidos templados, sobre todo agua y tés. Entre los remedios más eficaces se encuentra el agua templada con limón y miel, seguido de infusiones de equinácea, menta o canela. En caso de que el dolor de garganta esté acompañado de catarro, el eucalipto puede ser una opción estupenda para descongestionar y aliviar las vías respiratorias.

Por el contrario, debemos evitar aquellas bebidas que favorecen la deshidratación, como el café, el alcohol o las bebidas azucaradas. También se desaconseja tomar agua muy fría, ya que el contraste puede provocar aún más dolor.

Alimentación al poder

Cuando tenemos la garganta irritada, también se aconseja optimizar la dieta para que vaya acorde a nuestra recuperación.

Según la facultad de medicina UT Southwestern, los alimentos que debemos priorizar deben de ser suaves y estar en un formato fácil de deglutir: cremas, pudines, huevos, guisos, batidos, etc. Entre los alimentos antinflamatorios más comunes se encuentran los frutos rojos, las zanahorias, los boniatos, el pescado azul (salmón, sardinas, boquerones…), los aguacates y las semillas de chía o lino.

Por otro lado, debemos apartar alimentos potencialmente irritantes: los cítricos, los alimentos muy salados (anchoas) o agrios (vinagre, tomate) y los condimentos fuertes y picantes (chili, curry, clavo, pimienta, nuez moscada, etc).

Para eliminar la tos

Aunque en la farmacia existen múltiples remedios orales para la tos que no requieren de prescripción médica, podemos fabricar un alivio rápido juntando cualquier té de los mencionados anteriormente con miel.

Asimismo, los humidificadores ayudan a frenar la sequedad que hace que sintamos la garganta rasposa y dé ganas de toser.

Hacer gárgaras con sal

La sal tiene un efecto cicatrizante que puede reconfortar la garganta en caso de tenerla irritada. El procedimiento es simple: coges un vaso de agua, lo calientas levemente y añades un par de cucharadas de sal. Con unos segundos aguantando las gárgaras y escupiéndolo después es suficiente. Haciendo esto cada día, se irá aliviando el escozor de garganta.

Además, el efecto desinfectante de la sal contribuirá a la mejora progresiva de la enfermedad.

Cuándo acudir al médico

Gran parte de los dolores de este tipo son consecuencia de una irritación de garganta o una infección que, en la mayoría de los casos, es cuestión de tiempo que desaparezca. Sin embargo, es conveniente sopesar la visita a un especialista cuando observemos algunos de los siguientes síntomas, pues pueden ser un indicativo de que dicha dolencia ha empeorado o es fruto de una enfermedad aún peor:

• Si el dolor continúa pasada una semana desde que comenzó
• Si la fiebre sube de 38,3 ºC
• Si se presentan dificultades para respirar o tragar
• Si el dolor se extiende a otras partes del cuerpo: oídos, articulaciones...
• Si aparece sangre en la saliva o pequeños bultos en el cuello