Verónica Mollejo
Cómo
Cómo hacer plastilina casera para jugar con tus nietos más pequeños
Este juguete tan versátil y divertido solo requiere harina, sal, aceite y agua para su elaboración
Este juguete tan popular entre los niños nació en 1897 dentro de la rama artística de la escultura, que necesitaba un material muy maleable para la realización de maquetas y figuras que sirvieran como modelo para la obra definitiva. Sin embargo, con el paso del tiempo, la plastilina se introdujo en las escuelas de educación básica para que los más pequeños de la casa jugaran y aprendieran con ella. De hecho, son muchos los beneficios que se le atribuyen.
Por ejemplo, está demostrado que el uso de la plastilina potencia aspectos tan importantes en la infancia como la creatividad, la capacidad de concentración, la habilidad psicomotriz o la satisfacción personal. Además, les ayuda a aprender los colores, las proporciones y las formas geométricas, y les facilita el proceso previo a la lectoescritura.
Por eso, si quieres que tu nieto también disfrute de estas ventajas, solo tienes que introducir la plastilina en vuestra rutina de juegos. Eso sí, lleva cuidado con la plastilina que compras por si lleva ingredientes tóxicos y acuérdate de que siempre se lave las manos después de utilizarla. No obstante, aunque lo normal es adquirir un lote en cualquier tienda de juguetes, ¿sabías que también puedes elaborar tu propia plastilina en casa? Además con alimentos que seguro tienes en tu despensa. ¡Toma nota!
Plastilina casera con ingredientes naturales
La plastilina que todos conocemos suele estar hecha de calcio, vaselina y otros compuestos alifáticos, como el ácido esteárico. Sin embargo, esta receta industrial cede ahora relevo a ingredientes naturales y biodegradables como la harina, la sal fina o el aceite de girasol. ¿Qué pasos debes seguir para hacer tu propia plastilina?
Ingredientes:
- 3 tazas de harina
- 1 taza de agua
- 1 taza de sal fina
- 2-5 cucharadas de aceite de girasol
- Colorante alimentario (opcional)
La receta para hacer plastilina casera pasa únicamente por mezclar todos los ingredientes en un recipiente hasta que adquieran la consistencia deseada. Finalmente, debes añadir el colorante para darle una tonalidad más vistosa y dejar que se seque durante un día para no mancharte al jugar. Además, si la masa está muy dura, siempre puedes echar un poquito más de aceite, pero con mesura pues de lo contrario podría quedar muy pegajosa.
Para hacerla aún más atractiva a ojos de tu nieto, puedes usar los clásicos moldes de galletas con figuras variadas para darles una forma más original. A la hora de guardarlo, siempre puedes meterla en una bolsa dentro del frigorífico. Y lleva mucho cuidado para que el pequeño no se la coma.