Mariola Báez
Cómo
¿Cómo limpiar y conservar los objetos de alpaca?
Este material, utilizado en joyería y objetos de decoración, te quedará reluciente con estos trucos
La alpaca, también llamada argentán o plata alemana, es una aleación de tres metales: cobre, zinc y níquel, muy utilizada para la fabricación de menaje, joyas o detalles decorativos. Bastante más económica que la plata, se puso de moda sobre todo en los años 60 y 70 y es muy probable que tengas por casa, desde una bandeja de alpaca hasta un juego de café, una cubertería completa, una cadena o algún anillo o pulsera.
Se trata de un material resistente pero que requiere un cierto mantenimiento para que luzca bonito y no adquiera un tono amarillo-verdoso, o incluso lleguen a aparecer en él manchas de óxido.
Consejos para mantener la alpaca impecable por más tiempo
Actualmente tienes productos específicos para limpiar fácilmente casi cualquier metal, alpaca incluida, pero también hay pequeños trucos que funcionan y a veces resultan más recomendables por su sencillez y excelentes resultados.
Agua templada y una gota de jabón para fregar los platos. Por su rapidez y capacidad para llegar hasta el último recoveco, éste es el remedio perfecto para limpiar, por ejemplo, una cubertería en tiempo récord o una figurita decorativa con mil filigranas.
Sumerge en el agua con jabón los objetos, dejándolos en remojo, en un recipiente forrado con papel de alumnio, al menos 15 minutos. Si la suciedad presente es de un calibre “importante”, añadir una cucharada pequeña de sal común hará que la operación resulte más sencilla y eficaz. Pasado un tiempo prudencial, saca los objetos y sécalos muy bien, para evitar que quede resto alguno de humedad. Si notas que algún hueco no ha quedado bien del todo, un viejo cepillo de dientes puede venirte muy bien. Mójalo en la solución y frota, con su ayuda, la zona rebelde.
Si la alpaca adquiere con el paso del tiempo un tono amarillo que quieres eliminar, diluye en un vaso de agua templada una cucharada de bicarbonato y humedece, con la mezcla, un paño limpio. Pásalo, seca y el metal recuperará su brillo. Si es un objeto liso, como una bandeja o unos bonitos bajo platos que sacas para decorar la mesa en ocasiones especiales, una pequeña “trampa”, de lo más práctica, consiste en, una vez limpios, forrarlos con papel adhesivo transparente (el de forrar los libros), antes de guardarlos. Así, cuando los necesites y los saques, solo tendrás que retirar la lámina y tus platos de alpaca estarán perfectos.
Por último, si lo que quieres es intentar eliminar una mancha de óxido, prueba con un paño humedecido con agua caliente en la que habrás disuelto una cucharada de bicarbonato y otra de sal. Quizá el óxido no salga del todo, pero, sin duda, quedará mucho mejor.